Carta de Giacomazzi: “Las inundaciones son una advertencia: se necesitan alternativas al coche, nada peor que una segunda carretera hacia Porto Venere”

Carta de Giacomazzi: “Las inundaciones son una advertencia: se necesitan alternativas al coche, nada peor que una segunda carretera hacia Porto Venere”
Carta de Giacomazzi: “Las inundaciones son una advertencia: se necesitan alternativas al coche, nada peor que una segunda carretera hacia Porto Venere”

La inundación que recientemente bloqueó la carretera a Porto Venere ha reavivado el tema de la movilidad en nuestro Golfo y, más en general, a nivel de la conurbación Spezia – Ceparana – Santo Stefano – Sarzana – Ortonovo, ahora casi un continuo urbanístico que sitúa, más allá al problema del consumo de suelo, incluido el del transporte.

Al presentar la carretera de enlace de Buonviaggio, el viceministro de Infraestructuras y Transportes, Edoardo Rixi, plenipotenciario de la Liga en Liguria, habló de la necesidad de carreteras “redundantes” como forma de “adaptación” al cambio climático. Esto significa que, ante los fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, no puede haber una única carretera para ir de A a B, sino al menos una segunda que pueda utilizarse en caso de interrupción de la primera.

Es una pena que, sobre todo en Liguria, la causa que contribuye a la inestabilidad hidrogeológica sea precisamente el uso excesivo del territorio: consumo de terrenos y de carreteras que amplifican respectivamente las consecuencias de las inundaciones y debilitan las laderas, cada vez que el sustrato geológico se ve cortado por las arterias, tanto en superficie como en túneles o viaductos.

Pero, de manera más general, el concepto de movilidad (es decir, la necesidad de los ciudadanos de desplazarse de un lugar a otro del territorio) sigue confundiéndose con el de tráfico rodado. Es decir, el modelo predominante es el de transporte “privado” y “por carretera”. Así como en la transición ecológica se propone como única solución la transición de los coches con motor de combustión interna a los coches eléctricos, en el caso de las infraestructuras la respuesta al aumento del tráfico parece ser únicamente construir más carreteras. Lo que sólo tiene el efecto de retirar más coches del mercado y pronto volver a ser insuficientes. Sin mencionar los problemas de inestabilidad hidrogeológica reportados anteriormente. Sin embargo, cuando el (por ahora imparable) aumento del calentamiento global y sus consecuencias exigen que nos equipemos para reducir el contraste con los fenómenos naturales, con adaptaciones basadas en la búsqueda de la máxima funcionalidad de los ecosistemas, una especie de alianza con naturaleza que reduce drásticamente el impacto de la especie humana sobre el planeta, o sobre el hogar común de las especies vivientes.

Traducido al tema de la movilidad, esto significa, en primer lugar, equiparnos lo antes posible con sistemas de transporte colectivo eficientes y alternativos al uso del coche.

Además del transporte ferroviario, a nivel local existen varios ejemplos propuestos desde hace décadas, pero que probablemente no responden a los intereses del potente sistema automovilístico italiano, que por un lado ha impuesto una ralentización del transporte entrada de vehículos eléctricos, y por otro lado impone una transición igualitaria de un coche con motor de combustión interna a un coche con motor eléctrico (como si sólo existiera el problema de la energía y no el de los recursos…).

Como ejemplos de alternativas podemos citar el “famoso” “metro ligero” que debía interconectar el Golfo y el Bajo Val di Magra, un eje que por sí solo representa la mayor parte del transporte en toda la provincia. O, a nivel del Golfo, el sistema de transporte marítimo, que entre otras cosas sería también la respuesta más inteligente a las necesidades de movilidad turística, también y sobre todo para Porto Venere. Pero no sólo eso, ya que precisamente como alternativa al uso excesivo del Napoleón, se había elaborado un proyecto de carril bici que también aprovechaba al máximo las zonas sujetas a servidumbre militar, permitiendo que toda la parte occidental del Golfo fuera ser servido. Pero éste, como los demás proyectos, yacen en los cajones de algún escritorio del Ayuntamiento….

Por lo tanto, la cuestión no es técnica, sino política: en el sentido de una política débil, si no cómplice, incapaz de construir una alternativa (que también podría representar una fuerza motriz económica) a lo que proponen los lobbys del cemento y del transporte por carretera.

Por tanto, no hay nada peor que la propuesta de construir una segunda carretera hacia Porto Venere, que encarna todos los defectos que representa el aumento del tráfico rodado.

Fabio Giacomazzi
especia

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