Acné, conocimientos y remedios.

Acné, conocimientos y remedios.
Acné, conocimientos y remedios.


L’AQUILA – Otro tema interesante y ampliamente difundido que exploraremos en profundidad para nuestra columna. Hoy hablaremos del acné gracias a la habitual aportación del dermatólogo Carlo Di Stanislao. Además de comprender de qué se trata en concreto, Di Stanislao ofrecerá algunas curiosidades sobre el tratamiento del acné que en la mayoría de los casos afecta al ámbito adolescente aunque en los últimos años parece estar presente también en la edad adulta.

Por Estanislao, ¿qué es el acné?

El acné es una enfermedad dermatológica, más conocida como dermatitis crónica recurrente multifactorial, que se presenta en el 80% de las personas muy jóvenes, entre 15 y 18 años. Sin mucha diferencia entre niñas y niños (aunque las niñas se ven más afectadas). Desafortunadamente, no es un problema limitado a este grupo de edad. En los últimos años se ha producido un aumento progresivo de mujeres afectadas por acné, principalmente del tipo persistente/inflamatorio (73% de los casos), con edades comprendidas entre 25 y 40 años. Puede tener distintos casos de gravedad: leve, moderada y grave. Esto último es más raro, pero también el más temido. El moderado es el más frecuente y los factores de riesgo generales y clínicos son: antecedentes de acné en la pubertad, ausencia de embarazos, estrés elevado en términos generales.

¿Cuáles son las causas de esta reacción cutánea?

Las glándulas que producen grasa (sebo) en la adolescencia son activadas por las hormonas andrógenas, que el cuerpo produce durante el desarrollo sexual. Son precisamente estos trastornos hormonales los que desencadenan las primeras formas de acné en la mayoría de los adolescentes. La piel se vuelve grasa, y por tanto un terreno fértil para bacterias y gérmenes, ideal para favorecer la aparición de granos. Los poros se inflaman y acumulan sebo, convirtiéndose así en puntos negros, el primer paso en el desarrollo de la enfermedad. La espinilla (comedón abierto) luego se convierte en una pelirroja, la pápula, y luego en una póstula (con pus) o el grano real. En casos más graves puede evolucionar a quistes y nódulos y durar años.

¿El acné es contagioso?

El acné no es una enfermedad infecciosa y por tanto no es posible ningún tipo de contagio. Pero vale la pena repetirlo: ¡el acné NO es contagioso! Si lo ves en la cara de dos adolescentes, amigas, hermanas, etc., no es porque lo hayan pasado, sino simplemente porque es el grupo de edad en el que, estadísticamente hablando, es más fácil que se manifieste.

¿La pastilla anticonceptiva es útil para tratar el acné?

Con razón se ha hablado mucho de ello a lo largo de los años. Muchas mujeres han probado la píldora anticonceptiva con este pretexto. La píldora anticonceptiva es un remedio válido, en muchos casos, pero no en todos. Este es el caso, por ejemplo, en los casos en que el ciclo menstrual es irregular o está ausente (amenorrea), así como en el caso del síndrome de ovario poliquístico. La píldora anticonceptiva es útil cuando existe una alteración hormonal. Y desde hace unos años existe uno específico en el mercado.

¿El acné depende de la nutrición?

Si optas por la dieta mediterránea, rica en frutas y verduras y variada, no tendrás problemas. El truco consiste en contar 5 porciones de frutas y verduras al final del día. Pero no lo comerás aunque de vez en cuando te regales un poco de chocolate (rico en magnesio, y por tanto amigo del buen humor y de sustancias antioxidantes) y alguna fritura de vez en cuando (que ayuda al hígado a funcionar, y por lo tanto para mantenerse en forma). Esta premisa es decir que no existe una relación directa y precisa entre nutrición y granos. Como siempre, se aplica nuestra sugerencia más sentida: una alimentación saludable como principal herramienta de prevención, para la salud general y por tanto también para la piel. Todo esto, obviamente, debe tener en cuenta las posibles intolerancias alimentarias (a la lactosa, por ejemplo).

¿Existe algún remedio para que el acné desaparezca rápidamente?

Incluso hoy en día, el acné suele subestimarse y entre los primeros remedios utilizados se encuentran los remedios caseros, a menudo considerados milagrosos pero que muchas veces no hacen más que añadir problemas al problema. Compresas de limón, brebajes a base de ajo, remedios de la abuela, etc. Luego están quienes todavía exprimen granos y puntos negros, una práctica que todos deberíamos saber a estas alturas es inútil y sobre todo perjudicial. Así como de nada sirve desinfectar el grano después de exprimirlo. El daño está hecho. Con esta práctica poco saludable el único resultado que con el tiempo es empeorar el problema (aumento de los granos e inflamación continua). Por no hablar de las cicatrices en el rostro que inevitablemente se formarán y que serán realmente difíciles de eliminar. Lamentablemente no existen remedios milagrosos, cremas y pastillas para hacer desaparecer el acné. Sin embargo, existen tratamientos específicos, con productos específicos, como los que te proporcionará tu dermatólogo de confianza, el médico específico para los problemas de la piel. Y lo hará en función de tu tipo de acné. Porque cada caso de acné es un caso particular, diferente a los demás. Y por eso merece una terapia personalizada.

¿Puede el estrés ser la causa del acné?

Sí, aunque no sea una causa directa. Pero sin duda un facilitador, ya que cuando estamos estresados ​​nuestra piel produce una mayor cantidad de sebo. Esto convierte a la piel en un terreno fértil para el desarrollo de la enfermedad. En el caso de los adolescentes varones, una enfermedad “llamativa” como el acné puede poner en marcha un mecanismo en cadena que conduce a inseguridades, malestar y malestar psicológico. El consejo en este caso es ver el problema, pero también su solución: un tratamiento correcto, a seguir con constancia y paciencia.

¿Puede el sol ayudar con el acné?

El sol por sí solo no hace desaparecer el acné. Aunque pasados ​​unos días la acción esterilizante de los rayos del sol sobre la piel (ultravioleta) ayuda a mantener alejadas las bacterias. Esto hace que el sebo se reduzca. Lo que cambia notablemente cuando tomamos el sol es el aspecto de nuestra piel. Parece saludable, compacto, el bronceado hace que el acné se camufle. Cabe recordar que en cada exposición al sol se debe utilizar siempre un producto de protección solar adecuado a nuestro tipo de piel. Pero incluso con protección solar conviene evitar las horas centrales del día (de 12.00 a 15.00 horas). Presta atención al producto que elijas, que debe ser “no comedogénico”, es decir, que no debe estimular la formación de granos. Pero incluso en este caso siempre será una buena idea consultar a tu dermatólogo.


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