CGIL Emilia-Romaña: “Turismo y trabajo estacional, dejen de buscar atajos”

La CGIL, a través de sus sindicatos Filcams y FLC, vuelve en un largo comunicado a la falta de temporeros al inicio de la temporada turística.

“Si en los últimos años – declara – se ha intentado achacar las dificultades del sector a factores como la eliminación de los bonos o la introducción de la Renta de Ciudadanía, en las últimas semanas se ha puesto en el centro de la atención el contrato de aprendizaje para menores y, en particular, la Nota INL ( Inspección Nacional del Trabajo) n. 1369/2023 que apoyó la necesidad de coherencia entre el recorrido escolar y la actividad laboral”.

“Esto es claramente una explotación. la unión continúa -: los problemas relacionados con la contratación de mano de obra en el turismo están relacionados con factores estructurales que deben abordarse seriamente, sin caer cada año en un debate mediático estéril y poco constructivo. Por un lado, nos enfrentamos a una importante crisis demográfica cuyos efectos empiezan a tener repercusiones en el mundo del trabajo, mientras el Gobierno sigue explotando la cuestión de la gestión de los flujos migratorios con fines electorales. Por otro lado, el sector turístico debe ser atractivo, empezando por un aumento de los salarios y unas condiciones laborales adecuadas”.

“El sector – afirma la CGIL – se caracteriza, en cambio, por una precariedad estructural: en 2022, en Emilia-Romaña, menos de uno de cada cinco empleados tenía un empleo permanente y, si se excluye a los trabajadores a tiempo parcial, este porcentaje cae incluso al 12,9%. A esta precariedad contractual se suma la falta de redistribución de la riqueza producida por la falta de renovación de los contratos nacionales, todos ellos vencidos entre 2018 y 2021. En consecuencia, los salarios, ya bajos, no logran recuperar ni siquiera el poder adquisitivo erosionado por la crisis. ‘inflación”.

“La precariedad, el tiempo parcial involuntario, los bajos salarios, la flexibilidad exagerada no pueden producir empleo de calidad, confirmando así la nefasta visión que considera el trabajo en este sector casi exclusivamente estacional, temporal, precario y, por tanto, con menos dignidad que otros. A todo esto se suman con demasiada frecuencia fenómenos de verdadera ilegalidad: trabajo ilegal y gris, contratos ilícitos y no genuinos, interposición ilícita de trabajo”.

“La industria del turismo – él añade – necesitaría, en cambio, afirmar una visión completamente opuesta para expresar todo su potencial de desarrollo: mayor planificación, inversiones y formación con el objetivo de determinar empleo estable, salarios decentes y condiciones de trabajo sostenibles en pleno respeto de los convenios colectivos firmados por los países comparativamente más representativos. y de las normas para proteger la seguridad y la salud en el lugar de trabajo, una reforma de la NASpI destinada a introducir una red de seguridad social específica para garantizar la continuidad de los ingresos de los trabajadores temporeros y los derechos de seguridad social”.

“En este caso nos enfrentamos a otro elemento preocupante: la idea de sortear las dificultades para encontrar mano de obra extendiendo el uso del trabajo infantil es una idea peligrosa. Señala -. No podemos pensar en responder al enorme problema demográfico que afecta a nuestro país sacando del ático la solución del trabajo infantil: en un mundo que está cambiando tan radical y rápidamente, se necesita más escuela y no menos escuela. En efecto, es esencial luchar contra cualquier forma de explotación que, desgraciadamente, con demasiada frecuencia se esconde incluso en la alternancia entre la escuela y el trabajo”.

“Más aún porque hoy ya es posible contratar a niñas y niños de al menos 16 años mediante contratos laborales normales de duración determinada. Es inaceptable que esta polémica sobre el aprendizaje infantil tenga como único objetivo el de poder contratar trabajadores ahorrando en salarios y cotizaciones”.

“Por estas razones – concluye la declaración -, hagamos una propuesta clara: salgamos de la explotación y abramos una discusión real sobre cómo calificar el trabajo y los servicios en el sector turístico. A nivel regional tenemos el espacio justo y adecuado para iniciar esta discusión: el Pacto por el Trabajo y el Clima, en el que con el método de discusión que siempre ha caracterizado al Pacto, estamos dispuestos a llevar nuestras propuestas y compartirlas. con las instituciones y asociaciones empresariales que lo componen”.

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