Gianfranco Fini, sentencia con descuento para la casa de Montecarlo: «Decepcionado, una sentencia ilógica»

Gianfranco Fini, sentencia con descuento para la casa de Montecarlo: «Decepcionado, una sentencia ilógica»
Gianfranco Fini, sentencia con descuento para la casa de Montecarlo: «Decepcionado, una sentencia ilógica»

Detrás de la venta del apartamento de Monte Carlo legado en 1999 por la condesa Annamaria Colleoni a la extinta Alianza Nacional, existía una actividad encubierta de blanqueo de capitales llevada a cabo por el socio, cuñado y suegro del entonces presidente del partido.

Casa Montecarlo, condenada a Fini a 2 años y 8 meses

El propio Gianfranco Fini habría participado en esta operación, en lo que sus abogados definen como una especie de competencia moral. Así lo estableció ayer la cuarta sección penal del Tribunal de Roma con una sentencia que llega siete años después de la solicitud de envío a juicio de los acusados. Después de unas dos horas de deliberación, los jueces condenaron al ex presidente de la Cámara a 2 años y 8 meses de prisión, a su pareja Elisabetta Tulliani a 5 años, a su cuñado Giancarlo Tulliani a 6 años y a su suegro -Derecho a 5 años a Sergio Tulliani y 8 años a Rudolf Theodor Baetsen. Básicamente, el tribunal aceptó el sistema de procesamiento de la Fiscalía de Roma. Sin embargo, si los Tulliani fueron declarados culpables de dos episodios de blanqueo de capitales, el delito para Fini fue reconocido “limitado al segmento de conducta – leemos en el dispositivo leído por los magistrados – relativo a la autorización de venta del apartamento” en el número 14 del Boulevard Princesse Charlotte, en el Principado de Montecarlo.

Se reconocieron las atenuantes genéricas y se excluyó la agravante de transnacionalidad tanto para él como para sus familiares. «No autoricé la venta a una empresa atribuible a Giancarlo Tulliani. Cuando di el OK no sabía quién era el comprador porque era una sociedad offshore”, comentó el expresidente de la Cámara a su salida de la ciudadela judicial capitalina. Sus abogados Francesco Caroleo Grimaldi y Michele Sarno anunciaron el recurso, argumentando que el tribunal, “después de haber absuelto a Fini de la conducta material de blanqueo de dinero, le reconoció una especie de participación moral en la actividad ilícita, por haber fortalecido su finalidad delictiva”. , pero “esto no tiene sentido – señalan los abogados – dado que no tenía la menor idea de que el comprador era Tulliani”. Tesis también defendida por Elisabetta en la audiencia: «Oculté el deseo de Giancarlo de comprar a Fini la casa de Montecarlo, ni nunca le dije el origen de ese dinero, que estaba convencida era de mi hermano».

Los jueces también ordenaron el decomiso de 793 mil euros a Elisabetta Tulliani, 993 mil euros de su hermano depositados en cuentas corrientes embargadas por el Departamento de Finanzas entre 2016 y 2017 y 2,4 millones de su padre. El equivalente a la transferencia bancaria con el motivo “liquidación del decreto 78 de 2009” llegó de las empresas de Francesco Corallo a la cuenta corriente de Sergio Tulliani, empleado jubilado de Enel, precisamente en el marco de la aprobación del decreto ley que “trajo enormes ventajas Corallo porque le ofrecía la posibilidad de ofrecer en prenda los derechos de la videolotería”.

LA REACCIÓN
«Por un lado me siento decepcionado, porque confiaba en la absolución también por el hecho de que la había solicitado la Fiscalía del Estado, la parte civil. Al mismo tiempo – añadió esta tarde ante los micrófonos del Tg1 – tengo curiosidad por leer los motivos de la sentencia, porque es ilógica. No creo que le deba una disculpa a nadie, no creo que haya hecho daño a nadie. Tengo que culparme por el descuido, la falta de atención, ¿era mi deber verificar la verdadera naturaleza de esa sociedad offshore? Tal vez, pero las tumbas están llenas de retrospectiva”. «A nivel humano pagué un precio muy alto, también por la implicación familiar. A nivel político – concluyó el ex presidente de Montecitorio – siento amargura, porque alguien incluso de derecha aprovechó para decir “basta con Fini”. Pero está en la política”. En efecto, tras el enfrentamiento con Silvio Berlusconi, comenzó la campaña mediática sobre la casa de Montecarlo, a la que siguió su salida del PDL y la creación de Futuro y Libertad. Un experimento fallido que supuso el “fin político” de Fini.

EL SISTEMA ACUSATORIO
Según el sistema acusatorio original, el “rey de las tragamonedas” Francesco Corallo (al que se le reconoció la prescripción), como propietario de una sociedad concesionaria legal de juegos de azar, no habría pagado al Estado italiano 85 millones de euros en impuestos estatales y una parte de ese dinero habría acabado, a través de una intrincada estructura societaria reconstruida por los financieros de Scico, en tres sociedades offshore: Printemps Ltd, Timara Ltd y Jayden Holding Ltd, atribuibles a los hermanos Tulliani. Printemps había servido para que el cuñado de Fini comprara el apartamento monegasco por sólo 300.000 euros en julio de 2008, que luego se fusionó con otra sociedad protegida atribuible a Elisabetta, Timara Ltd. Luego está la acusación de autoblanqueo , porque el inmueble “fue revendido el 15 de octubre de 2015 por un millón 360 mil euros, suma que primero pasó por la cuenta corriente francesa de Giancarlo Tulliani, y luego fue transferida en parte a la cuenta de Dubai y en parte a la cuenta italiana del MPS”, ambos registrado a nombre del cuñado de Fini. Éste procedió entonces a “enviar” la mitad de esa suma a su hermana. Dos días después de enterarse de que estaba siendo investigado, Giancarlo se fue a los Emiratos: desde entonces no ha regresado y sigue prófugo.

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