Del 4 de mayo al 24 de noviembre de 2024, el hotel Aquarius de Venecia acoge la exposición personal de Marcello Vigoni titulada “De formas y paisajes”, comisariada por Anna Caterina Bellati
Texto de Anna Caterina Bellati, comisaria
Sabio blanco y negro. Más sombras que luces. Árboles y objetos olvidados. Lugares en ruinas y montañas suntuosas. Rocas milenarias plantadas en el Mar del Norte, el último faro del mundo.
Vigoni utiliza la geometría de un paisaje, capturando sus símbolos espaciales y transformándolos en señales temporales. Como la cima de una montaña al borde del horizonte, un bastión que anticipa el cielo; o un antiguo muro de una masía desgastado por los años que se convierte en telón de fondo escénico.
El propósito es cancelar la distinción entre percepciones reales e imaginaciones ilusorias. Esto permite a quienes se sumergen en sus fotografías atribuir igual valor a toda la información visual que llega primero a los ojos y luego al alma.
Su obra, aunque mantiene el rigor formal en la construcción del plano, pretende salir de las categorías oficiales de este arte que desde su aparición ha sido catalogado como “reproducción de la vida”. Pero Vigoni va más allá, inspirándose en todo caso en Mario Cresci de Sightings, cuando el gran fotógrafo, nacido en Chiavari en 1942, dirigía la Accademia Carrara de Bérgamo. La síntesis del joven fotógrafo milanés, que utiliza la superposición de planos relativos a diferentes lugares, un paisaje casi invisible y la fachada de una casa; una pequeña fuente de piedra flotando verticalmente sobre un puerto deportivo movido por el viento; consigue superar las formas contenidas en la obra final sin recurrir a las sugerencias que dicta la pintura o la escultura, sino construyendo un escenario de esplendor-espacio-emoción capaz de narrar historias privadas a modo de cuentos corales.
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