Cierra “La Locanda dei Girasoli”, el restaurante de Roma que enseña a trabajar a personas discapacitadas

La gravedad de las cifras, agravada por un desinterés ensordecedor: la aventura de La posada del girasol, una trattoria romana regentada por una cooperativa de niños con síndrome de Down, parece haber llegado inevitablemente al final del camino. Durante las últimas semanas, el proyecto había experimentado un breve -demasiado breve, por cierto- pico de exposición mediática tras los derbis de la capital, donde los aficionados del Roma habían organizado una recaudación de fondos para pagar una multa a Gianluca Mancini, Defensa giallorossi que celebró la victoria en el derbi ondeando una bandera con una rata sobre el campo blanquiazul. El futbolista había pedido desviar estos fondos a la Locanda: su recurso, aunque aceptable, no fue suficiente para salvar a la Locanda del cierre.

“El sueño se desvaneció”, se lee elocuentemente en una nota emitida por el mismo medio. “Era julio de 2022 cuando al Posada Girasol fue entregado, pordespués, inmueble en via Taranto 54, anteriormente objeto de embargo en Forza Nuova”. Dos años más tarde, La Locanda dei Girasoli se vio obligada a devolver las llaves a Ater.

Entre restauración y solicitudes de ayuda: la historia de La Locanda dei Girasoli

El edificio en cuestión, vale la pena señalar, estaba “en el peor condiciones“, pero la asignación a la posada había sido acompañada de hecho por promesa de “asistencia completa de la Región y de las fundaciones”. Una promesa que, como ya habrás adivinado, resultó en vano. “Nadie ha tomado medidas para contribuir a la restauración, cuyo coste ronda los 400.000 euros. La nueva cooperativa, que aceptó la ardua tarea de llevar adelante este proyecto, no dispone de los fondos necesarios.”

l‘Despuésdos años después de la concesión y al ver que la Posada no puede recuperar el inmueble, lo solicita devolver, que se realizará antes del 30 de abril. “No hay palabras para para justificar esta situación” continúa la nota anterior. “Solo queda la amargura al ver que hemos sido abandonados a nuestra suerte, sin esperanza de recrear una experiencia que fue un ejemplo en Italia y en el extranjero”.

Desafortunadamente, esta no es la primera vez. La posada del girasol se encuentra sin “casa”: en enero de 2022, por ejemplo, se vio obligada a abandonar su sede en via dei Sulpici también y sobre todo debido a las dificultades económicas generadas por la pandemia. Sin embargo, entonces como ahora, la voluntad de perseverar sigue brillando: “Tenemos continuaremos”, concluye la nota. “Tenemos una misión que no podemos abandonar: nadie debe quedarse atrás. Continuaremos con otras actividades que permitan a nuestros niños actuales y futuros ser parte integral de la comunidad”.

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