Reggina-Messina, la “cargnata” alcanza la mayoría de edad. Y hay muchas ganas de que llegue el derbi

Reggina-Messina, la “cargnata” alcanza la mayoría de edad. Y hay muchas ganas de que llegue el derbi
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por Paolo Ficara – “Ni el puente nos unirá.” Una pancarta que data del derbi Reggina-Messina de 2001 recuerda una situación actual en la que las dos orillas del Estrecho son protagonistas de la conocida cuestión infraestructural. Hoy es 30 de abril, e imaginamos el hipotético Puente sobre el Estrecho cubierto con todas esas pancartas que caracterizaron la fiesta de 2006, el mismo día.

Era la antepenúltima jornada del campeonato, en la Serie A. Para la Reggina de Lillo Foti, Walter Mazzarri, Riccardo Bigon y un pequeño pero sólido grupo de jugadores, un empate habría sido suficiente para obtener la salvación aritmética. Pero sus viejos rivales, con una derrota, estarían condenados a regresar a la Serie B. Y la derrota fue para Messina. Con un contundente 3-0.

Hace unos meses conocimos gratamente a Pietro Franza en Reggio. Presidente de esa Messina. Y es difícil no recordar cuántas críticas -o burlas- sufrió ese día, de todo orden y grado, tanto por parte de su propia afición como de Reggio. Personajes que nada tienen que ver con los irritantes y susceptibles mendigos de la realidad actual. Una realidad que esperamos que dure lo menos posible, por ambas partes.

Hoy Reggio y Messina están unidos no por el puente, sino por enormes dificultades para recuperarse a nivel futbolístico. Después de las glorias de la Serie A, Foti y Franza no encontraron herederos en sus respectivos territorios. Y por herederos nos referimos a personas de Reggio o Messina, capaces de correr riesgos por pasión. Y con ganas de competir con los gigantes del glorioso pasado.

En Reggio, en particular, hay que recordar que el rival es Messina. Desde entonces, hemos continuado durante demasiado tiempo con discusiones al estilo güelfo y gibelino. A medida que pasan las semanas, los problemas van cobrando fuerza. Escribimos ciertas cosas en varias ocasiones tanto en septiembre como a partir de enero. Para reiniciar Reggina con la marca y Sant’Agata, se necesitan recursos y personas profundamente enamoradas de la ciudad.

Quienes no tienen recursos ni amor -ni respeto- por la ciudad de Reggio Calabria, asumen hoy el papel de adversario. Un opositor al que el alcalde ha desenrollado ahora una enorme pancarta, en la que la B no indica exactamente la categoría. Mientras esperamos a Reggina, hoy sonreímos al recordar aquel primer “puñetazo” inolvidable infligido a los primos de Messina. Han pasado 18 años. Como la edad adulta. Y todos deberíamos ser más maduros para distinguir a quienes nos aman de quienes quisieran destruirnos.

Queremos un derbi. Aunque el correcto. El del Estrecho. Esperanos.

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