Cesena Un nuevo milenio de emociones

Un milenio de alegrías y tristezas. Puede sonar grandilocuente y probablemente incluso un poco forzado, pero en realidad es así: desde el año 2000 hasta hoy, en Cesena ha sucedido de todo, con repetidos pasajes entre el infierno y el cielo.

Tuvo un mal comienzo, porque en 2000 el descenso de la Serie B le abrió las puertas a la C1. Fue ardiente, como el audaz empate en casa contra el Cosenza, que fue la antesala del play-off contra el Pistoiese. Acabó mal: 3-1 en Toscana y sólo 1-0 en ‘Manuzzi’. Fueron necesarios años de ajustes, pero en 2004 el equipo dirigido por el líder Fabrizio Castori fue a la caja para cobrar también los intereses: todo se decidió en los playoffs, primero liquidando a Rimini, luego ascendiendo a Lumezzane, donde en un clima El gol de Ambrogioni decidió la final de High Noon, seguido del de Biserni.

En la B, la Romaña se adaptó rápidamente, hasta el punto de que en 2006 llegó a las semifinales del playoff, perdiendo ante el Torino. Pero de la riqueza a la pobreza el paso fue corto, ya que en 2008 se produjo un nuevo descenso a la Lega Pro, categoría en la que los jugadores de la Romaña permanecieron sólo por un respiro, encadenando una fantástica racha con el entrenador Pierpaolo Bisoli. timón: el primer capítulo terminó en Verona, con Emanuele Giaccherini triunfando tras reconquistar la cadetteria, que sin embargo resultó ser una “estación de paso”, ya que al final de la temporada siguiente, el gol de Parolo dio al Piacenza la Serie A.

Era el año del sombrero de paja con la inscripción ‘Curva Mare’. Quien no se haya puesto ese sombrero al menos una vez, que deje de leer y pase a otra cosa.

En la temporada 2010-2011 llegó una pirotécnica salvación en la máxima categoría favorecida por un inicio al sprint en el torneo, sancionado por el empate en el Olímpico contra la Roma y la victoria en casa por 2-0 contra el Milán. El equipo de Massimo Ficcadenti sufrió, pero llegó a meta. Algo que no logró repetir al año siguiente.

Llegamos así a 2014 y a otra página de hazaña histórica: en Latina los goles de Defrel y Cascione pusieron el sello a la victoria que le valió el ascenso, que relanzó a Cavalluccio en el mar de la Serie A. Un mar agitado, donde sólo permaneció un año, descendiendo en 2015. Luego permaneció en la B hasta 2018, cuando la salvación del club en el campo se vio contrarrestada por el fracaso del club, con una posterior reanudación de la D. El señor Daniele Angelini logró el ascenso inmediato a la C, categoría en la que han permanecido hasta hoy, en el último partido de la temporada regular contra el Perugia. Para afrontarlo teniendo ya en la mano la entrada de acceso a la planta superior desde hace algún tiempo.

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