El Ayuntamiento de Catania aprobó hoy la previsión presupuestaria 2024/2026. Debería haberlo hecho antes del 31 de diciembre del año pasado; luego el 15 de marzo de este año.
Sólo después de la intervención de la Región de Sicilia, que preveía el envío de un comisario, se logró finalmente su aprobación rápidamente el 26 de abril.
Ante una petición de la oposición encaminada a comprender qué consecuencias tendría el retraso, la administración no pudo responder, dejando la respuesta a las oficinas. Aunque fue advertida, esperó las órdenes de la Región de Sicilia y obligó a las comisiones y al consejo a realizar un examen apresurado. Dados los tiempos, el líder del grupo se vio obligado a optar por realizar la reunión del consejo de forma mixta y totalmente informal, es decir, online y presencial. Pero hay cierta ironía en este pasaje. De hecho, el presupuesto es limitado. No es posible realizar cambios en las sumas asignadas a los diferentes programas de gasto. En definitiva, lecturas y estudios inútiles si el consejo no puede dar ninguna dirección a la acción gubernamental. Esto se debe a que, aunque los cinco años de la quiebra terminaron el 31 de diciembre de 2023, en realidad la quiebra continúa porque la administración no habría podido absorber la deuda aún no reembolsada por la comisión de liquidación.
El consejo se encontró ante una larga lista de obras públicas que nunca aprobó y cuyos plazos de ejecución y lógica general desconoce.
Por si fuera poco, la administración apareció en la cámara totalmente desprevenida para algunas enmiendas presentadas por la oposición sobre el DUP (Documento Único de Planificación). De hecho, en la sala no dio respuestas exhaustivas sobre la gestión de activos inmobiliarios, en algunos casos objeto de inversión pero al mismo tiempo incluidos en el plan de desinversiones, lo que obligó al Presidente a realizar una bochornosa interrupción en la sesión.
En resumen, una verdadera suspensión de la democracia, que adquiere cada vez más colores iliberales. Pero si los derechos se comprimen en un lado, se sentirán en el otro. De forma ciertamente desorganizada y nada eficiente. En definitiva, un auténtico desastre (o disrupción si se quiere).
Los grupos municipales M5 y Pd
