De Pascale: “Ferrara y Rávena son dos ciudades de arte de serie A pero con un flujo turístico de serie B”

De Pascale: “Ferrara y Rávena son dos ciudades de arte de serie A pero con un flujo turístico de serie B”
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“Ferrara y Rávena son dos ciudades de arte de clase A pero con un flujo turístico de clase B”. Así lo afirmó el alcalde de Rávena, Michele De Pascale, durante la Jornada de la Liberación organizada por el Partido Democrático de Ferrara, mientras conversaba con el candidato a la alcaldía, Fabio Anselmo.

Demasiado halagador si comparamos los datos del primer trimestre de 2024 con una afluencia de turistas en el municipio de Romaña de 62.585 (+20,09% respecto a 2023 y +17,9% respecto a 2019) frente a los 43.096 de Ferrara (-13,5 % sobre 2023 y -15,9% sobre 2019). Las pernoctaciones no son mejores: Rávena alcanza las 176.635 (+18,3% en 2023 y +51,1% en 2019) frente a las 95.860 de Ferrara (-4% en 2023 y +3,2% en 2019). Datos que los administradores de Este, desde el alcalde Fabbri hasta los concejales Fornasini y Gulinelli, aún no han comentado mientras el alcalde De Pascale analiza y no está satisfecho. En 2023, la afluencia a la zona de Rávena se vio fuertemente reducida por las inundaciones y, a pesar de ello, las cifras en la capital fueron más positivas que en la zona del Este.

Entonces, ¿qué se necesita para mejorar? Más allá de las estrategias de las que es responsable cada ciudad, las conexiones por carretera y ferrocarril se vuelven fundamentales. Conexiones que no son responsabilidad directa del alcalde pero que él puede estimular. “En su programa – dice Anselmo a De Pascale – se preveía la mejora de las conexiones entre nuestras ciudades”. Mejoras que no sólo son útiles para el turismo sino también para la industria considerando la interdependencia de los dos centros químicos pero también la importancia del puerto de Rávena para la llegada de mercancías.

En resumen, tras la unión de las Cámaras de Comercio, “un matrimonio de conveniencia más que de amor”, admite De Pascale, se necesita una estrategia que conecte mejor las dos ciudades. Una estrategia que requiere de interlocución institucional pero que no parece haberse producido. “No quiero avergonzar a Michele – dice Anselmo – pero no creo que hayas tenido ninguna discusión importante con Ferrara”. Sacudiendo la cabeza, el alcalde confirma y añade: “Sin vergüenza”.

“Ferrara – explica Anselmo – debe mirar a Rávena y también a Bolonia” para crear conexiones rentables y porque “nuestra economía languidece”. Una economía que languidece en una “ciudad dormida” que tiene “miedo”, un miedo que “hemos visto en la firma de listas electorales” o “en la aceptación de candidaturas”. Un clima que Anselmo considera el de “una ciudad donde paso mucho tiempo por un proceso importante” pero que no quiere “faltarle el respeto”, Crotone. “El hecho de estar en el Norte no debe hacernos pensar que somos inmunes a determinadas situaciones”.

Una ciudad que para recuperarse necesita partir del territorio y de la creación de una “red de crédito capilar”, pero también de la humanidad que “debe situarse en el centro de la política”. “Ver gente que tiene un sentido de comunidad tan noble que te incomoda”, dice Anselmo pensando en la reunión que tuvo el viernes por la mañana en Coop Castello, y que viene a sustituir “al público para ayudar a los más débiles, me dio un impulso enorme”. “. Y para “despertar” a Ferrara es fundamental “la acogida y el trabajo, el trabajo de verdad”, no el trabajo ilegal y mal remunerado. Ferrara es una ciudad envejecida que pierde a sus jóvenes dispuestos a mudarse donde encuentren mejores condiciones de vida y, en cambio, Anselmo quiere transformarla en una ciudad donde quedarse y a donde llegar.

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