El que se disputará en el Allianz Stadium será probablemente el último Juventus-Milán en el que se enfrenten Massimiliano Allegri y Stefano Pioli. Aunque nadie de ninguna de las directivas ha dicho nada sobre qué pasará con los dos entrenadores. “Planificaremos el futuro juntos”, declaró el director deportivo Cristiano Giuntoli poco antes de la vuelta de semifinales de la Copa de Italia, que de ganarse podría dar al técnico del Livorno una última vuelta en el banquillo de la Juventus. Probablemente disgustando a la mayoría de los aficionados que llevan tiempo pidiendo su despedida con el hashtag AllegriOut que viene siendo recurrente desde mucho antes de que comenzara esta temporada.
Un punto en común con el técnico rossoneri, que vive con el hashtag con su nombre combinado con la palabra fuera desde octubre de 2019, cuando llegó la noticia de que sería él y no Luciano Spalletti quien tomaría las riendas del Milan. Cuatro años y medio después, los grandes éxitos conseguidos han quedado a un lado y los medios de comunicación llevan tiempo pidiendo la salida del técnico del Parma. Más que nunca después del catastrófico abril que destruyó toda una temporada. Todo se pospone hasta el final del torneo, recayendo la decisión final en Gerry Cardinale. Y resuenan las palabras del número uno rossoneri en la Cumbre Business of Football organizada por el Financial Times a finales de febrero: “No estoy satisfecho con los resultados del Milán”. Es difícil, por no decir impensable, imaginar que los caminos continúen juntos. Primero quedan 5 partidos por jugar para conseguir los dos puntos necesarios para clasificarse para la Liga de Campeones y los 8 que permitirían acceder a la próxima Supercopa de Italia. Los dos únicos motivos, sobre todo el primero, para encontrar motivación para afrontar lo que queda de este torneo.
