Fortino, se creará un museo dentro del restaurante de Trani

TRANI – Es casi seguro que el restaurante situado en el interior del fuerte y de la iglesia de Sant’Antonio seguirá siendo gestionado por la misma empresa que ya tiene licencia. Esto es lo que parece deducirse de la decisión del Palazzo di Città, que nombró la comisión evaluadora de la cesión del inmueble municipal, teniendo en cuenta que sólo se recibió una oferta.

Ni que decir tiene que es precisamente el formulado por la empresa Le lampare Sas, propiedad de Antonio del Curatolo, que no habría tenido motivos para abandonar la escena después de haber sido distribuidor durante dieciséis años. Para que conste, la comisión de licitación estará presidida por el gerente del área de servicios sociales, Alessandro Nicola Attolico, y completada por los directores de las áreas financiera, Loredana Napolitano, y de urbanismo, Andrea Ricchiuti, junto con el secretario de actas. Cinzia Perrone. Tienen la tarea de verificar la adecuación y corrección de la oferta técnica recibida.

Mientras tanto, la empresa debería haber eliminado el asunto en disputa ya que, inmediatamente después de convocada la licitación, había impugnado la licitación solicitando que su anterior concesión se transformara en un contrato de arrendamiento, con un plazo que se habría aplazado unos cuantos más. años.

A pesar de los trámites burocráticos, el hecho central es que el establecimiento seguirá siendo un restaurante, pero desde el inicio de la nueva concesión también deberá incluir un plan preciso de apertura gratuita al público. De hecho, el lugar que la acoge es una valiosa iglesia románica del siglo XI, hoy desconsagrada.

La propiedad está ubicada en via Tiepolo e incluye tres unidades, claramente identificadas en el catastro, para una superficie total de 787 m2. La principal es precisamente la denominada «Fortino e iglesia de Sant’Antonio», reconocida como bien de interés histórico artístico en 1982 y de interés cultural en 2004.

El bien fue licitado previa opinión favorable de la Superintendencia, siempre que el concesionario adopte las medidas necesarias para asegurar su conservación. El canon anual en base a la licitación fue de 89 mil euros, la duración de la concesión se estableció en 6 años, renovables una sola vez por otros seis y excluyendo la renovación tácita.

El inmueble podrá utilizarse «sólo para la realización de actividades turísticas, hoteleras y otras actividades complementarias – se especifica en el anuncio – de tipo cultural, socio-recreativo, eventos, investigación, arte, restauración y enogastronomía, descubrimiento de el territorio. En todo caso, el uso previsto deberá ser compatible con el carácter histórico y cultural del bien, de modo que no cause perjuicio a su conservación y disfrute público. Deberá garantizarse la conservación de todo el conjunto edificatorio en el tiempo, sin comprometer la interpretación de las características tipológicas, arquitectónicas y constructivas originales, garantizando además el mantenimiento de los acabados originales, o en todo caso historizados”.

Por último, el ya mencionado uso público. El inmueble, neto del servicio de restauración, debe ser accesible al público con un plan de apertura que equilibre las necesidades de la actividad comercial y las de los ciudadanos y turistas que simplemente quieran admirar la iglesia y los elementos de interés.

La convocatoria prevé un número mínimo anual de 36 aperturas al público, de las cuales al menos 12 reservadas al municipio de Trani (seis por la tarde y seis por la mañana), durante un intervalo de tiempo no superior a cuatro horas (excluyendo festivos y pre-festivos) también para la creación de eventos organizados y costeados por el Municipio.

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