En Sicilia hay poca agua. Hace meses que no llueve y la situación se ha vuelto tan crítica que incluso en Palermo, como en otros municipios, la policía de tránsito multará a quienes utilicen agua potable para regar plantas, lavar autos o limpiar patios.
Los datos hablan claro: La sequía de octubre de 2023 a marzo de 2024 es la más grave desde 1980, con precipitaciones reducidas a la mitad respecto a 2022 y un déficit hídrico que preocupa a toda la región.
Los recursos hídricos están en mínimos históricos. Los embalses sicilianos están vacíos al 75% y la sequía, que comenzó en otoño, se ve agravada por el cambio climático y la desertificación.
La emergencia es “alta” y la Región ha implementado una serie de contramedidas como reactivación de pozos, búsqueda de nuevos, racionamiento de agua y campañas de concientización sobre el ahorro.
El gobierno de Schifani declaró el estado de crisis y emergencia y pidió al Consejo de Ministros que hiciera lo mismo a nivel nacional. Si se aprueba, este estatus permitiría a la Región implementar medidas extraordinarias como el uso de potabilizadoras y la construcción de nuevos pozos. «La situación es particularmente crítica en la zona central de la isla», explica Salvatore Cocina, director general de. la Protección Civil de Sicilia. «La zona está alimentada por dos lagos artificiales que tienen un nivel muy bajo debido a la sequía – continúa -. Se ha aplicado un plan de racionamiento que nos permitirá llegar a septiembre, pero por precaución podemos temer una crisis importante de agua potable en estos municipios.”
Mientras tanto, En más de 150 municipios el agua ya está racionada para más de un millón de personas. La oferta se ha reducido del 10 al 45% y la situación podría empeorar de cara al verano.
La previsión meteorológica no es nada tranquilizadora. Un anticiclón subtropical traerá estabilidad y temperaturas superiores a la media en los próximos días, agravando la crisis del agua. Habrá que evaluar si las lluvias de los últimos días han sido suficientes para llenar un poco los embalses.
Hay preocupación por el sector citrícola. “Los cítricos sin riego difícilmente podrán sobrevivir el próximo verano, especialmente si se registran temperaturas récord como el año pasado”, afirma Plácido Manganaro, presidente de Fruitimprese Sicilia.
En el sector turístico hay mucha preocupación de cara al verano. Los hoteleros temen tener que decir a los clientes que no pueden ducharse, mientras que el presidente de Federalberghi Sicilia confía en la intervención del gobierno para encontrar soluciones eficaces y duraderas.
El presidente Schifani nos invita a no crear alarmismo: “la situación es crítica pero los turistas no deberían tener ningún problema”. Se acerca el verano y se han activado las contramedidas, aunque el sector agrícola necesitará desgravaciones fiscales y ayudas económicas.
