Trento, la elección de Alessandro: «Yo, veinte años, me inscribí en la ANPI: quiero declarar»

Su nombre es Alejandro Palma. Veinte años. Toscana de Florencia. En Trento como estudiante no residente, matriculado en el segundo año de la Facultad de Derecho. Ayer por la mañana, con un pañuelo tricolor al cuello, desfiló por las calles del centro sosteniendo el estandarte de la sección de la ciudad, adornado con siete medallas al valor. Según él, fue el miembro más joven de la ANPI en las celebraciones del 25 de abril en Trentino. «Crecí en un contexto de antifascismo militante», afirma. «Mis padres me hicieron entender la importancia de la participación. Entonces, cuando llegué a Trento, pensé en inscribirme y echar una mano.”

Cambio generacional

Es un testimonio importante para la Anpi. La asociación lleva tiempo abordando la cuestión del relevo generacional. «Antes sólo podían registrarse excombatientes o familiares de combatientes» explica el presidente de la sección local Mario Cossali. «Pero desde hace algún tiempo hemos decidido abrir las puertas a cualquiera que se declare antifascista. Hoy el 20% tiene entre 20 y 25 años.” Lo cierto es que si analizáramos idealmente a los 1.300 miembros de Trentino, encontraríamos en su mayoría personas de edad avanzada. Incluso entre los niños que abarrotaban el parque de Santa Chiara para disfrutar de la “pasta antifascista” – por lo tanto no ajenos a una cierta sensibilidad – algunos utilizaron palabras poco halagadoras para el viejo Anpi. “No lo escriban”, nos dijo un joven, “pero en mi opinión muchos viven de viejas glorias”.

El alcalde y el «fascismo pop»

Sin embargo, todos coinciden con el análisis del alcalde Franco Ianeselli sobre la «fascismo pop» (“El fascismo en algunos sectores de la opinión pública parece haberse convertido en un fenómeno pop. Incluso podríamos sonreír si la banalización del régimen no pareciera en muchos casos una forma de rehabilitar no sólo un período histórico sino impulsos antidemocráticos de los que Italia nunca se ha liberado completamente”, palabras del alcalde en su discurso en el Palazzo Geremia). El imaginario de los veinte años. El mito del Duce, re-propuesto en forma de payaso. Saludos romanos realizados a modo de broma o provocación. Sin duda, el paso del tiempo ha influido. Seguramente, si hoy llegamos a encontrar ironía en lo que fue una guerra civil, es también porque esas cuestiones ya no son carne viva. «El fascismo está tan lejos que hemos perdido la conciencia de lo que era» comentó un estudiante de secundaria de 18 años. “Pero no hasta el punto de que esas cosas ya no existan”. Una interpretación con la que también está totalmente de acuerdo Alessandro, el joven que ayer por la mañana llevaba el estandarte de la sección de Trento: «Con el fascismo pop no significa que el pensamiento reaccionario haya desaparecido. Sólo que es más sutil”.

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