Adiós “Radiolina”, la máquina de discos de la bici ya no suena: «Fuiste parte de la ciudad»

Adiós “Radiolina”, la máquina de discos de la bici ya no suena: «Fuiste parte de la ciudad»
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TREVISO – Murió hace unos días en su casa, en total soledad. juglar digital que montar su bicicleta trajo notas y colores a las calles de la ciudad. Así la música de Danny Moscamejor conocido como “Radio”, al siglo Daniele Abalsamo, originario de Senise, en la provincia de Cosenza, donde aún viven su madre y su hermana. Se había convertido en un personaje de Treviso, de los que se aman, o no se soportan porque su música no conocía medias tintas. “Disparo” a todo volumen en cualquier momento del día o de la noche.

JUKEBOX DE DOS RUEDAS

Él había inventado el tocadiscos tragamonedas sobre dos ruedas y contó con éxitos de los 80 y baladas de De Andrè. Un poco de genio, un poco de imprudencia, la mujer de más de 50 años tenía un pasado a sus espaldas. Había sido ingeniero, fabricante de ultraligeros, amante de las motocicletas Y técnico de sonido en una emisora ​​de radio de su ciudad. Entonces, había sufrido algo malo. accidente eso lo había obligado a cerrar con esa parte de su vida.

Había abierto otro cuando llegó a Las Marcas y comprendió que allí podría echar raíces. Como amor a primera vista. Había desarrollado un sistema estéreo de seis mil vatioscon dos cofres enormes, que tenía montado en su bicicleta. Y partió en busca de emociones, de encontrar y de dar.

No a todos les gustó. Abalsamo había recogido una serie de quejas por alteración del orden público, desacato, resistencia a funcionario público. Y ante el tribunal se sentía, a su pesar, como en casa. Siempre defendido por la abogada Catia Salvalaggio. Quien siguió sus movimientos durante unos diez años y tomó en serio su caso. Tanto es así que una vez pagó de su propio bolsillo una ofrenda de 150 euros. «Para él era demasiado dinero, así que lo pagué sin pensar que me lo devolvería. En cambio, cada vez que regresaba de casa me traía pasta, guindilla, berenjenas en aceite. Era su manera de decir “gracias” y se había convertido en la mascota del estudio. Todos lo amábamos. Es doloroso para mí saber que ya no está aquí”.

LA MUERTE

Abalsamo murió en uno desarrollo popular De vía Borgo Mestre. Quienes notaron su ausencia fueron los vecinos quien avisó a los servicios sociales municipales. Era encontrado sin vidaprobablemente desde hace dias ya. Y los vecinos lo recuerdan. «Salía todos los días con su carrito y, de repente, ya no estaba. En el fondo todos lo queríamos un poco. Era un personaje que, al final, se convierte en el bien común de una ciudad”. Sin embargo, reconocen: «No era querido por todos. Muchos le hicieron todo tipo de bromas. Tiraron su sistema al agua, le robaron la bicicleta”.

“Pequeña radio” había estado enfermo hace unas semanas en Ponte San Martín. Fue rescatado por un coche policial y luego intervino el Suem, pero se negó a ser ingresado en el hospital. Sin bicicletas y música no había vida para él. Prefirió seguir haciendo lo que le gustaba. «No quiero amos, quiero ser libre.». Así fue, hasta el final.

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