El 23 de abril, en las cajas del hospital San Carlo de Potenza, tres empleados de la empresa que gestiona el servicio auxiliar y de caja fueron agredidos por algunos usuarios que primero actuaron verbalmente y luego intentaron forzar la entrada a la caja a pesar de la Intervención de los guardias de seguridad. Por pura suerte no lograron romper los cristales de las estaciones. De hecho, los aterrorizados trabajadores fueron secuestrados por la multitud enfurecida y obligados por la dirección sanitaria a reabrir las sucursales mientras seguían sufriendo violencia verbal y amenazas. Los secretarios de Filcams Cgil y Filcom Basílicata, Michele Sannazzaro y Donato Rosa, cuentan lo sucedido. La reacción de los usuarios aparentemente fue provocada por el hecho de que después de una larga espera les dijeron que, con razón, el horario laboral había terminado.
El episodio – explican los dos sindicalistas – se produjo porque, como denuncia repetidamente el sindicato, el personal es insuficiente y el servicio es insuficiente ante la notable afluencia de usuarios que acuden a las cajas del hospital San Carlo para hacer reservas, servicio que debe realizar la CUP autonómica.
“En varias ocasiones – afirman Sannazzaro y Rosa – hemos informado de la situación, dirigiéndonos a la Prefectura, donde hemos formulado propuestas destinadas a resolver este problema. Condenamos enérgicamente esta violencia injustificada contra los trabajadores que realizan sus propias actividades y no tienen responsabilidad por los perjuicios debido a los continuos recortes en los contratos de servicios tercerizados y advertimos a la dirección del hospital para que resuelva de inmediato esta situación proporcionando de inmediato un servicio de vigilancia que garantice la seguridad de los trabajadores”. Por estos motivos, Filcams Cgil de Potenza y Filcom Basílicata proclaman el estado de agitación obrera y piden una reunión al prefecto. Si no hay respuesta, los sindicatos convocarán una huelga de trabajadores.
