Querido Thiago Motta, d’un vut andèr (¿adónde quieres ir)? En Bolonia sólo puedes divertirte.

Querido Thiago Motta, d’un vut andèr (¿adónde quieres ir)? En Bolonia sólo puedes divertirte.
Descriptive text here


“Hola mamá, mira lo bien que me estoy divirtiendo”. Cuando al final del triunfal 3 a 1 del Bolonia en contra de Romaa Thiago Motta le preguntaron si sentía emociones por el Inter, que en esos minutos ganaba el scudetto al vencer al Milán, el entrenador del Bolonia FC Sonrió y para no ser grosero con un “qué más da”, explicó “que está feliz de entrenar y quedarse en Bolonia”. Aquí está Mister, después de haber dado lecciones de fútbol a media Europa en los últimos seis meses, haber llevado al Bolonia al cuarto puesto, es decir, en la Liga de Campeones, a dos puntos de la Juve y siete del Milán (tres perdidos en el desafortunado primer partido con el rossoneri en Dall’Ara todavía en agosto), dar ahora otra lección de ética y coherencia emocional a la afición del Bolonia, a los aficionados al fútbol, ​​a los ciudadanos italianos y europeos, jóvenes y mayores: el dinero en el deporte no trae la felicidad.

Yo diría: pero mira CR7 entre los emires? Lleno de dinero sí, pero cabreado como una serpiente cada dos por tres.

Ves a Thiago, lo sabes, porque es un hombre completo, que caminaba por el campo en silencio, con cautela, mediocampista combativo (un poco como el renacido Remo Freuler hoy en Bolonia), que ha ganado mucho dinero como jugador (y espero que lo destine a su pensión): le da más felicidad ver triplicado su ya altísimo salario (me gustaría decir que el 99% de los italianos no ganarían lo que ganan hoy en Bolonia) o vivir un poco más las alegrías del 3 a 1 el lunes por la noche en Roma, donde se ha convertido octavo rey de la capital ¿En ni siquiera 45 minutos de juego? No, mira, te lo digo porque en la Juve (o en Milán o en algún otro de los llamados “grandes” – porque ahora el Bolonia lleva meses en cuarto lugar, ¿qué es? -) un placer tan extático en haciendo que la gente juegue y viéndolos jugar nunca más vuelve a encontrar el fútbol.

Esa es gente acostumbrada a ganar. los campeonatos, las copas, los premios internacionales quizás aburridos, calzando algunas victorias estranguladas y grises. Ya no tienen tiempo para esta emotividad, para esta pasión, para esos grandes ojos en forma de corazón que miran cada mañana por Via San Mamolo en Bolonia. Ese “alegría”, que hace casi un año había expresado maravillosamente con el acento en la primera sílaba, después de una nueva victoria ofrecida al público boloñés, cree que lo volverá a encontrar en Turín? ¿En realidad? Ella sabe que ese no será el caso. Y él también lo sabe muy bien.

Entonces escúchame. Haz esto: vuelve a tirar los dados en la Piazza Maggiore (siempre que no esté ocupada por alguna película en la plaza) y prueba a saborear la vida de un Bolonia en Campeones líder con ella. Como entrenador de alquimistas y experimentador valiente aquí, con estos chicos, y con algunos otros que te brindará el amigo canadiense, podrás divertirte y disfrutar como dices. Si se queda aunque sea un par de temporadas más para llegar a la Liga de Campeones en rossoblù de David contra Goliat, como liliputiense contra los gigantes, como hombre feliz contra los hombres gangrenosos y oscuros, lo disfrutará como un mandril.

Y luego escuche: si hoy en otro lugar ya te dan cinco veces lo que te dan en Bolonia, quién sabe si dentro de dos años después de haber hecho llegar al Bolonia a la final de la Liga de Campeones (perdió contra el City, sucede) también te darán siete o ¿ocho? ¿Por qué no probar suerte? y mostrar al mundo que, después de todo, no todo en el fútbol y el deporte se prueba, se vive y se respira con billones? En definitiva, querido Thiago (Motta), como dicen bajo el Pavaglione o el “tren” del Barça, de un vut andèr?

Tags:

NEXT Savona también pasa a Mompiano. Sin final de Scudetto para An Brescia