Inicio ultrarrápido, recuperación compleja pero inteligente.

ANÁLISIS TÁCTICO ROMA MILÁN – Cinco semifinales europeas en los últimos 6 años, cuarta consecutiva, la Roma celebra de la mejor manera la reconfirmación en el banquillo para la próxima temporada Daniele De Rossi. La victoria del sacrificio, durante más de una hora en inferioridad numérica, pero con orden y un manejo siempre proactivo del balón, los Giallorossi supieron compensarlo arriesgando muy poco y llenando el partido de conceptos nobles que la nueva guía técnica tenía. capaz de estimular en unos meses a todos los integrantes de la plantilla. Y cuando faltan poco más de 30 días para el epílogo final de la temporada, la Roma confirma que está en pleno camino hacia dos objetivos fundamentales, no sólo técnicos, sino también económicos, con los que construir un futuro sólido a corto y medio plazo.

Módulos de juego y desarrollos.

Para De Rossi la estrategia y el despliegue del partido de ida se convierten en el derecho de réplica también en el partido de vuelta, por lo tanto con Mancini y Smalling en el centro delante de Svilar, con Celik y Spinazzola en el exterior. En el centro del campo, Bove reemplaza al sancionado Cristante junto a Paredes, con Dybala apoyando a Lukaku y El Shaarawy y Pellegrini balanceándose sobre las cadenas exteriores como en el partido de ida. Pioli debe recuperar el déficit del partido de San Siro y delante de Maignan están Gabbia y Tomori en el centro, con Calabria y Theo Hernandez laterales proactivos. En el medio con Bennacer está Reijnders, con Loftus-Check bajo Giroud y la velocidad de Leao y Musah en el exterior.

Primera parte con un comienzo relámpago que será decisivo

Con la misma estrategia táctica que en la ida, con El Shaarawy balanceándose por la derecha sobre la cadena más peligrosa de los rossoneri, y apoyando la acción ofensiva, con Pellegrini haciendo lo mismo en el exterior contrario, la Roma sufrió la entrada invasiva del Milán, que remonta Adelante muy agresivo sobre las referencias de Giallorossi, hombre a hombre, cerrando las líneas de pase a Paredes, que siempre debe descender entre los dos centrales para recibir el balón. El Milan ataca con ardor y con Marciniak salva una sensacional amarilla por una falta a Dybala, mientras la Roma espera con un pase claro. Los de Pioli se mueven mucho sin balón, juegan 2 toques con gran calidad y para una Roma compacta bajo el balón es importante la disciplina de las cadenas en la fase defensiva, con El Shaarawy y Pellegrini que deben ayudar a los laterales, mientras que el El centrocampista más cercano presta atención al centrocampista ofensivo contrario en el área.

Los primeros 20 minutos hablan de una Roma cínica y quirúrgica, que ataca con dos transiciones perfectas, aprovechando también el mano a mano Lukaku/Gabbia en campo abierto en el centro del campo defensivo rossoneri, mientras que en el frente ofensivo tiene una clara supremacía. y la posesión hay una cruz. Lukaku levanta la bandera blanca para Abraham, y el equipo pierde un puerto de avanzada seguro donde poder aligerar la presión de los rossoneri. Luego Celik logra tarde darle a Marciniak la oportunidad de intervenir y aplicarle una tarjeta roja para ser revisada, dejando a su equipo con 10 hombres durante más de una hora. El Shaarawy pasa así a la posición de lateral derecho, en una especie de 4-3-2, con el dilema de lo difícil que será correr tras la posesión del balón de los rossoneri, intentando de vez en cuando romper la posesión para también hacerlos correr hacia atrás.

La inferioridad numérica crea escenarios diferentes, con Pioli insertando a Jovic por Bennacer, pasando a un 4-2-4 con dos delanteros centrales, mientras que De Rossi insertando a Llorente por Dybala (debe mantener a El Shaarawy en el campo para equilibrar aún más) pasando a un 4-4. -1. Musah y Leao se abren paso y los rossoneri ganan demasiados mano a mano, lo que obliga a los giallorossi a cubrir rápidamente, en los últimos 30 metros, y finaliza una primera parte contrastante donde, por un lado, la Roma disfruta de 3 momentos positivos, es decir, monetizaron las dos únicas situaciones de gol que tuvo y fue salvada por el travesaño, en otras tantas tuvo mala suerte cuando perdió a Lukaku por lesión y la tarjeta roja de Celik que luego también excluyó a Dybala del partido.

Recuperación del sufrimiento que legitima el resultado final

Con una Roma con 10 hombres, el guión del partido es evidente, con los hombres de Daniele De Rossi defendiendo los 30 metros y el Milan teniendo superioridad numérica y por tanto supremacía y posesión, para estimular una producción ofensiva decisiva. Empezamos de nuevo con Chukwueze para Loftus-Cheek, con Pulisic en el medio, para un Milan de tracción delantera que ya no tiene nada que perder, y con el partido desarrollándose íntegramente en una mitad del campo, la gestión de los Giallorossi las reanudaciones porque los rossoneri demuestran poco equilibrio y atención preventiva.

Un aspecto ganador del partido de los Giallorossi que resulta muy positivo es la actitud a la hora de recuperar el balón, nadie lo rechaza, nadie se esconde, todos ayudan al portador del balón. Es el momento de Florenzi y Okafor por Pulisic y Musah por un lado, y de Angelino y Renato Sanches por Pellegrini (que acaba con una parada como de gol) y Bove, con una transición final al 5-3-1. Y mientras Smalling sigue vigilando las trayectorias aéreas, mientras sus compañeros son puntuales en sus despejes y posicionamientos dentro del área defensiva, sólo falta un sobresalto de Gabbia para mantener vivo un partido que una Roma de diez hombres supo llevar a buen puerto. más de una hora.

Mauricio Rafaiani

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