Pd y Civici contra el nuevo pabellón de detención

por Elena Coattí

La resolución del Partido Demócrata de construir el nuevo pabellón de detención fue rechazada. La ampliación de la prisión albergaría a ochenta reclusos e incluiría también dos patios: una zona destinada a invernaderos hortícolas, una zona tecnológica exterior y una isla ecológica.

Elia Cusinato, primer firmante de la resolución, y Francesco Colaiacovo se pronunciaron en contra de la ampliación de la estructura. Expresaron los problemas críticos actuales de la prisión en el ayuntamiento. “El problema de la superpoblación seguirá siendo el mismo – afirman – y empeoraría con la reducción del personal policial”. También apoyaron la resolución los miembros cívicos Darío Maresca y Roberta Fusari.

“Más allá de la bondad del modelo penitenciario que quieren crear – continúa Colaiacovo -, está claro que un modelo no es bueno en todas las situaciones. Cualquiera que haya visitado la prisión y haya tenido la oportunidad de hablar con los agentes de la policía penitenciaria sabe que existe una crisis monstruosa entre el personal que trabaja en la prisión y su presencia es altamente insuficiente y sufrida”. Por tanto, la creación de un nuevo pabellón agravaría, según los concejales del PD, la actividad de vigilancia y el transporte a la enfermería que permanecerían en la estructura actual.

En 2012 Ferrara tenía 500 prisioneros. Hasta la fecha son 344. “Podemos decir que la situación ha mejorado – afirma Colaiacovo -, pero todavía estamos en un estado de hacinamiento teniendo en cuenta que la capacidad de la prisión es de 244”.

Sin embargo, según el teniente de alcalde Lodi, precisamente ante esta superpoblación “lo único que podemos hacer hoy es autorizar la ampliación de la prisión”. Luego afirma que el pabellón tendrá una mejor estructura que el actual y que “no es seguro que aumentando los pabellones no se aumente el personal”. Pero Colaiacovo inmediatamente lo presiona, precisando que “hasta la fecha no hay planificación de concursos para los próximos tres años”, además de que para realizar este tipo de trabajos no basta con ser contratado sino que es necesario un curso de formación.

Maresca responde que “la reurbanización es otra cosa” porque, como también dice Colaiacovo, “la calidad de vida no se basa sólo en la calidad arquitectónica de una estructura, necesitamos más oportunidades educativas y de reinserción social. No estamos a favor de una prisión más grande y con más presos. Queremos una verdadera remodelación de la estructura que ya tenemos y queremos un aumento del personal que trabaja allí”.

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