Gela tenía una potabilizadora. Costó miles de millones pero cayó en desuso. Los misterios del territorio: está el mar, está la potabilizadora pero no se utiliza. La máxima paradoja se alcanzó cuando se distribuyó agua natural en la zona industrial y agua desalinizada a la comunidad.
Ahora el alcalde Lucio Greco ha pedido al Servicio de Protección Civil de la Región que Gela esté entre los lugares que pueden disponer de una potabilizadora móvil para hacer frente a la emergencia de la sequía.
El municipio de Gela, que cuenta con más de 68.500 usuarios, ya ha pasado de 138 l/s a 105 l/s con distribución en días alternos para la mitad de la población.
El alcalde valoró las diferentes soluciones oportunas identificadas por la sala de control regional para la emergencia hídrica, que se reunió ayer en el Palacio de Orleans.
Sin embargo, en la preparación que la estructura está desarrollando del plan de intervención y los costes relacionados que se enviarán a Roma para la evaluación del estado de emergencia nacional debido a la sequía, se pidió prever también intervenciones importantes en la zona.
Además de la regeneración de los pozos y manantiales existentes para uso de agua potable y todas las medidas necesarias para hacer eficientes los embalses artificiales, como ya se sabe en Sicilaque y Caltaqua, es fundamental prever el uso de camiones cisterna que el Ayuntamiento no tienen (los dos últimos fueron descartados hace unos años).
“Lo que más me importa – escribe Greco – y que contribuiría a aliviar los inconvenientes que ya existen, es la instalación de módulos móviles de desalinización. El último módulo fijo de potabilizadora fue retirado hace veinte años, pero la zona de la Biorrefinería sigue siendo hoy apta técnica y logísticamente para albergar uno móvil.
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