Ser el futbolista italiano más conocido de 2011 y ni siquiera jugar en la Serie A. Le pasó a Simone Farina, porque gracias a él Gubbio acabó en el centro de la actualidad internacional. En diciembre de ese año se descubrió que había rechazado 200 mil euros -a compartir con otros tres compañeros- para amañar el partido entre Gubbio y Cesena en la Copa de Italia. Farina recibió 50 mil al año, por lo que de hecho rechazó una anualidad para no comprometer su nombre.
Fueron propuestos por Alessandro Zamperini, ex compañero de la cantera de la Roma lo cual fue denunciado por el propio Farina, iniciando el segundo tramo de la investigación sobre la Operación Última Apuesta. De hecho, aquí termina su carrera como futbolista, mientras el entrenador Cesare Prandelli lo invita a la reunión de selecciones con vistas a la Eurocopa 2012. Joseph Blatter lo invita a la ceremonia de entrega del Balón de Oro de la UEFA en Zúrich y le entrega un banderín simbólico.
Después de retirarse del fútbol en septiembre de 2012, Farina fue contratada por el Aston Villa como entrenador comunitario, para enseñar a los jóvenes de la academia las reglas de la lealtad deportiva. En 2015 Abodi, presidente de la Serie B, le ofreció un puesto en la Lega Calcio. Estuvo tres años en Leeds y hoy es director de una agencia de futbolistas. Hoy Simone Farina cumple 42 años.
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