la historia de Cascina S. Ambrogio en un espléndido volumen

SANTA VICTORIA Se llama Cascina S. Ambrogio en Santa Vittoria d’Alba. Descubrimientos arqueológicos recientes, referencias históricas y enológicas en el libro publicado por Comunecazione por iniciativa de la familia Corino, con el patrocinio del Ayuntamiento, la asociación Anforianus y la contribución de Pro loco. Aproximadamente 65 páginas contienen ensayos de Luisa Albanese y Simone Giovanni Lerma, Walter Accigliaro y Giancarlo Montaldo.

Las fotografías son de Fausto y Loredana Borghesi, Domenico y Piero Corino, Giancarlo Montaldo, Maurizio Sartore, Pierangelo Vacchetto y FT Studio. Accigliaro, junto con Piero Corino, es el editor del volumen, que sigue a Cascina y la capilla de Sant’Ambrogio. Un complejo en Santa Vittoria d’Alba entre sede de cultura y residencia rural, publicado en 2007 por Astisio.

Donada en 1380 por Gian Galeazzo Visconti, duque de Milán, a Antonio Porro, en 1433 la masía pasó a ser propiedad de los marqueses de Romagnano. La familia se extinguió en 1730 y el lugar fue cedido al marqués Caissotti de Verduno. En la época napoleónica pasó al gobierno francés, luego pasó a ser propiedad privada de la familia Saboya hasta 1837. Fue comprada por los Corino en 1907.

Además de presentar las novedades surgidas durante las excavaciones de los cimientos realizadas en 2010 para construir la nueva bodega, la publicación tiene como objetivo celebrar el centenario de Enrico Corino, padre de Piero y Domenico, fallecido en 1998. La presentación tendrá lugar el sábado 20 de abril a las 16 horas en la masía Sant’Ambrogio, en Lussi 9. Será dirigida por Maurizio Sartore, presidente de Anforianus, con la presencia de los autores. Seguirá un brindis.

El horno redescubierto

Piero comenta: «Para el libro de 2007, dedicado a nuestro tío don Ambrogio Corino, participó el entonces obispo Sebastiano Dho, aprovechando la oportunidad para bendecir una nueva campana para la capilla. Dho también fue el autor del prefacio. En nombre de la continuidad, hemos extendido la invitación a presentar la nueva obra al actual obispo, Marco Brunetti”. En detalle, la contribución de Albanese, director del museo Eusebio, y de Lerma, jefe de la Superintendencia de arqueología, bellas artes y paisaje de las provincias de Alessandria, Asti y Cuneo, se titula Cascina S. Ambrogio: nuevas investigaciones arqueológicas (2010 ). Cultura material. En 2004, las excavaciones bajo el suelo de la capilla revelaron los restos de un antiguo edificio de culto, citado en documentos de archivo del siglo XII como la iglesia de Sant’Ambrogio. En 2010 las obras afectaron a la zona situada frente al cortijo y ermita. Los hallazgos más importantes parecen ser tres agujeros circulares, con un diámetro de unos dos metros, cuyas superficies quemadas y cocidas sugieren su uso como hornos. En uno de ellos se encontraron restos de carbón y arcilla: los autores piensan en un uso en la época romana para cocer ladrillos, precisando que “los elementos disponibles son escasos para reconstruir con certeza la actividad productiva que tuvo lugar en el lugar”. Dada la similitud con hornos similares, no excluyen su uso para metalurgia. Los hornos estaban enterrados y coronados por un edificio del que quedan dos muros ortogonales.

Accigliaro se centró en el tramo de la antigua calzada romana Hasta Pollentia que pasaba por Santa Vittoria. La masía de Sant’Ambrogio, situada en el pequeño valle del río Genta, «en una posición sobre una colina no muy lejos del probable vado del arroyo Mellea, practicado en aquella época por quienes venían del territorio de Monticello d’ Alba ni fue para allá» . El estudioso cita, además de hallazgos arqueológicos de la época romana, algunos topónimos atribuibles a la época. El primero es Anphorianum, como se conocía antiguamente la zona de Lussi, un centro de producción de ánforas. Luego está el “Bric San Cristoforo”. Se dedicaron lugares al santo “cerca de las carreteras o en sitios muy transitados, por ser protector de los viajeros, caminantes y peregrinos”. Se supone la presencia de un castillo, mencionado en 1111 y destruido ya en 1207. Aún hoy se recorre buena parte del camino, entre Sant’Ambrogio y Val di Spinso, si se quiere llegar a Cinzano desde Monticello.

El volumen se completa con la aportación de Giancarlo Montaldo, colaborador de la Gazzetta d’Alba, sobre la viticultura en el Roero y una mirada a la evolución de la finca Sant’Ambrogio desde el siglo XIX hasta nuestros días, hasta la llegada del joven Enrico y Federica y su decisión de hacerse cargo de la finca, que cuenta con quince hectáreas, y pronto convertirla en bodega.

Davide Barile

Bandera de la Gazzetta d'Alba

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