VIAREGGIO. La alta valla de madera que apareció en el lado de la playa a lo largo del balneario Balena, en Passeggiata, ciertamente no pasó desapercibida. La fábrica, una de las más antiguas de Viareggio, fue vendida en una subasta en el verano de 2022 por un millón 69 mil euros. Lo ganó el abogado lombardo Simone Brambilla en nombre y en interés de la sociedad “Sea Srl” con domicilio social en Milán, cuyo administrador único es Mauro Zagheni.
La temporada pasada el establecimiento balneario, dotado de cinco piscinas, un gimnasio con vistas al mar, un centro de bienestar, un bar, un restaurante y dos terrazas, permaneció abierto de forma reducida, confiado a terceros para su gestión y no sin dificultades, no pudiendo garantizar el servicio que los clientes están históricamente acostumbrados a recibir.
Este año parece un buen año para el inicio de las obras que implican gastos millonarios y tiempos no muy cortos, en un proyecto que la propiedad ha confiado al estudio de arquitectura Battistini de Sarzana. Trabajos preparatorios – se puede imaginar lo que está sucediendo con otros establecimientos playeros en toda Versilia – para obtener una prórroga de la concesión en virtud del Código de Navegación.
Queda por ver qué pasará con la playa del establecimiento balneario durante la temporada de verano que se avecina. Incluso considerando que el Municipio habría solicitado la vigilancia del tramo de mar frente al establecimiento que ciertamente no puede convertirse en la playa libre de la Passeggiata.
Pronto quedarán más claros el momento del inicio de las obras y la duración de toda la operación que devolverá la fábrica a los clientes y a la ciudad.
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