El 29 de marzo de 1987 se disputó en el San Paolo de Fuorigrotta el partido entre Napoli y Juventus. Un partido entre dos monstruos del fútbol como Diego Armando Maradona y Michel Platini, con el Scudetto en juego. El partido se abre con un tiro libre del Nápoles que Diego toca a Renica que, mientras corre, golpea con la zurda entre las piernas a Tacconi, dando lugar a uno de los (varios) goles del líbero contra la Juve. Por otro lado, Platini decide igualar el conteo de asistencias, dándole el empate a Serena. En el segundo tiempo Maradona inventa para Carnaval, Tacconi rechaza y Romano, de corta distancia, marca el 2-1 en medio de la lluvia napolitana.
Es el día que dará el golpe final al avance de la Juventus. Hay una foto histórica que lo dice todo, de Maradona y Platini saliendo del terreno de juego, empapados por la lluvia, con el argentino animando a su rival.
Gian Piero Galeazzi, corresponsal de Domenica Sportiva, entra al campo y le pregunta a Maradona: “¿Es como aquella tarde en la Ciudad de México?”. El Pibe de Oro responde que la alegría es la misma, aunque aún no esté hecho, que vencer a Giuve siempre es una hazaña. Pero la hoja tricolor, tan grande como la curva, está ahí para atestiguar cómo los hombres de Ottavio Bianchi ahora tienen en sus manos el Scudetto, el primero de la historia.
