Bielorrusia da la alarma al predecir ataques de Ucrania. Kiev lo niega, intentando evitar nuevas tensiones en el complejo marco de la guerra con Rusia. La Bielorrusia del presidente Alexander Lukashenko es el principal aliado de la Rusia de Vladimir Putin: Minsk ha acogido con satisfacción las armas nucleares desplegadas por Moscú y participa en ejercicios realizados por los rusos. Especialmente en la primera fase de la guerra, desencadenada por la invasión ordenada por Putin en febrero de 2022, Ucrania centró la atención en su frontera norte por temor a acciones masivas por parte de Bielorrusia.
Ahora, es Minsk la que ha anunciado que ha reforzado la defensa aérea en la frontera con Ucrania “para proteger las infraestructuras críticas” denunciando el aumento de la actividad de drones de Kiev en la zona y el movimiento de fuerzas y equipos militares ucranianos en la región de Zhyomyr. El comandante de la Fuerza Aérea de Bielorrusia, Andréi Severinchik, recordó que en los últimos díaslas fuerzas militares bielorrusas derribaron un dron ucraniano que había sobrevolado la frontera “para recopilar inteligencia sobre los sitios objetivo”.
Vadim Lukashevich, jefe adjunto de Ideología del Comando de Operaciones Especiales de las fuerzas bielorrusas, mencionó la concentración de fuerzas militares, armas y equipos militares “a lo largo de nuestra frontera”, en particular la fabricación de vehículos de combate de infantería estadounidenses, lanzagranadas y sistemas de artillería pesada.
La alarma bielorrusa, en realidad, parece infundada a juzgar por la posición reiterada por Ucrania. Kiev incluso admite que quería reforzar sus líneas de defensa, pero rechaza las acusaciones de Minsk.“No hay ninguna provocación, deben haberse confundido”, afirmó Andriy Demchenko, portavoz de la Guardia Fronteriza. “La verdadera amenaza proviene de Bielorrusia. Allí hay suficientes fuerzas rusas desplegadas”, subrayó Andriy Kovalenko, director del centro de lucha contra la desinformación del Consejo de Seguridad Nacional.
