El Papa Francisco ha nombrado nuncio apostólico en Lituania, Estonia y Letonia a Su Excelencia Monseñor Georg Ganswein, arzobispo titular de Urbisaglia, prefecto emérito de la Casa Pontificia. Después de poco más de un año en su diócesis natal de Friburgo, el arzobispo alemán, ex secretario privado de Benedicto XVI, será el representante del Vaticano en los tres países bálticos. Tras la muerte del Papa Benedicto, en febrero de 2023 Ganswein concluyó su función como prefecto de la Casa Pontificia; Continuó residiendo en el monasterio Mater Ecclesiae, residencia de Ratzinger desde su renuncia, hasta junio, cuando -por decisión del Papa Francisco- regresó a Friburgo, diócesis alemana de la que era originario. El Papa recibió a Gänswein en audiencia privada el 3 de enero de 2024 cuando regresaba al Vaticano para celebrar una misa por el primer aniversario de la muerte de Benedicto XVI. El nuncio en los tres países hasta el año pasado era el arzobispo Petar Rajič, un canadiense de origen bosnio-croata, nombrado el 11 de marzo por el Papa embajador de la Santa Sede para Italia y San Marino. Por tanto, el puesto ha permanecido vacante hasta el momento.
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El “perdón” hacia Ganswein llegó así, después de las tensiones con el Santo Padre por la publicación del libro de memorias durante los días del funeral de Benedicto XVI: el texto contenía críticas al Papa, asunto que había llevado a su destitución del Padre Georg desde su apartamento en el Vaticano y su traslado a Alemania. Desde hacía meses, tras el encuentro cara a cara entre ambos, habían surgido rumores sobre la “paz” entre Bergoglio y Ganswein. Y ahora la nominación que calma las aguas.
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