Putin, el desfile y las amenazas: «Ojivas nucleares listas»

En presencia de su líder supremo, las fuerzas armadas dieron vida ayer al ritual desfile de la Victoria en la Plaza Roja; por primera vez, después de varios años, a veces bajo fuertes nevadas. Casi como para recordar el desfile que se celebró en noviembre de 1941 (en ese momento se celebraba la revolución leninista) frente a Stalin, y las tropas continuaron entonces directamente hacia el frente, situado a las puertas de Moscú. La guerra que ganó la Unión Soviética junto a los Aliados en 1945 sigue siendo una referencia fundamental para millones de ciudadanos de la antigua URSS que perdieron al menos 27 millones de compatriotas. Y desde que en Ucrania comenzó lo que se llama una “operación especial”, Putin nunca pierde la oportunidad de citar supuestos paralelos entre la batalla de entonces y la actual. Lo que para él siempre está en contra de los “nazis”, dado que sigue repitiendo que el régimen judío de Volodymyr Zelensky es un régimen títere dirigido por supuestos lobbies extremistas.

El desfile esta vez fue en una escala decididamente pequeña. Unidades a pie pasaron por delante de Vladimir Vladimirovich, entre ellas un grupo de soldados comprometidos en Ucrania y luego vehículos blindados, tanques y lanzadores de misiles. En total 61 vehículos, mientras que hace tres años sobrevolaron la acera de la plaza 197 aviones, apenas quince aviones (75 en 2021), entre ellos 6 cazabombarderos Sukhoi 25 que dejaron la clásica estela tricolor. Sin embargo, las nuevas armas de las que tanto se ha hablado, como el tanque “Armata” o el obús “Koalitsiya”, no fueron vistas.

También el jefe de Estado se limitó a un breve discurso que, al igual que su inauguración dos días antes, se abrió con un homenaje “a los héroes de la operación especial”.

Putin ha acusado a lo que él llama el Occidente colectivo de intentar contenerse por todos los medios. el desarrollo de rusiade querer influir en él y casi someterlo.

Su país, añadió, hoy «hará todo lo posible para prevenir un conflicto global. Pero al mismo tiempo no permitiremos que nadie nos amenace. Nuestras fuerzas estratégicas están siempre listas para el combate”, advirtió, en referencia a las unidades que controlan los artefactos atómicos.

Luego lamentó que en muchos países europeos se esté intentando, en su opinión, de «distorsionar la verdad sobre la Segunda Guerra Mundial», menospreciar o borrar el papel desempeñado por la Unión Soviética para derrotar a las tropas de Hitler. “Derriban los monumentos conmemorativos de los verdaderos luchadores contra el nazismo, ponen en pedestales a los traidores y cómplices de los hitlerianos”, continuó, refiriéndose a aquellos nacionalistas que, con la esperanza de liberarse del yugo de Stalin, no dudaron en aliarse con los invasores alemanes. Y que luego, al menos en parte, ayudaron a las SS en las horrendas masacres llevadas a cabo en los territorios ocupados. En los primeros tres años después del ataque alemán, la URSS resistió prácticamente sola. Pero Rusia, recordó el jefe del Kremlin, “nunca ha disminuido la importancia del segundo frente y la ayuda de los aliados”. Fabrizio Dragosei

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