Gaza y Ucrania, dos consideraciones banales de las que se derivan responsabilidades y culpas precisas

Gaza y Ucrania, dos consideraciones banales de las que se derivan responsabilidades y culpas precisas
Gaza y Ucrania, dos consideraciones banales de las que se derivan responsabilidades y culpas precisas

estan en marcha dos guerras terribles muy cerca de nosotros, en Ucrania y en Palestina, así como otros más lejanos, de los que estamos menos informados. Ninguna persona con sentido común ama la guerra, especialmente cuando están involucradas potencias nucleares y cuando el teatro de guerra corre el riesgo de extenderse a continentes enteros. La opinión pública en los países no beligerantes es importante porque influye en la evolución de la situación a través del apoyo a acciones de apoyo o sanciones. Dos consideraciones simples pueden ayudar a guiar nuestra evaluación en un momento en que la propaganda partidista está desenfrenada.

1) A menos que se crea en la justicia divina, el bien y el mal se deciden en tribunales y organismos internacionales. La asamblea de la ONU ha condenado repetidamente a Rusia e Israel, y se están llevando a cabo juicios contra estos países y sus gobernantes en el Cortes Internacionales de Justicia (CIJ) y Cortes Penales (CPI). Los votos de la ONU y las sentencias de los Tribunales Internacionales pueden ser criticados, pero cuando reflejan la unanimidad o casi unanimidad del organismo que los emite es muy probable que sean válidos.
2) La responsabilidad, política y jurídica, es directamente proporcional al poder que se ejerce. La principal responsabilidad de los conflictos en Palestina o Ucrania recae en Israel y Rusia, porque son los Estados que tienen el poder de detener la matanza que está teniendo lugar en Gaza y Ucrania.

Estas consideraciones identifican clara e inequívocamente responsabilidades y faltas precisas, pero no implican necesariamente la razón de la parte contraria. Afirmar que Israel está cometiendo crímenes de guerra con intenciones genocidas no significa afirmar que Hamás tiene razón y que no ha sido responsable de los crímenes: está claro que las dos partes ambos estan equivocados, a pesar de no tener ambos el mismo nivel de responsabilidad. Además, Hamás no representa a toda la población civil de Gaza, sometida a bombardeos diarios y al desvío de agua y alimentos. Del mismo modo, las graves violaciones del derecho internacional por parte de Putin no significan necesariamente que los países vecinos no hayan cometido errores políticos, pero existe una diferencia sustancial entre errores y crímenes.

Muchas investigaciones sociológicas muestran que en países que no están directamente involucrados, consideraciones de este tipo son ampliamente compartidas; mucho menos o nada en los países involucrados. Si es comprensible que el pueblo ruso, oprimido por la dictadura de Putin, no pueda hacer suyas consideraciones tan banales, la ceguera del gobierno y de la mayoría del pueblo israelí, que al fin y al cabo disfruta de una democraciaaunque muy imperfecta y discriminatoria.

En Israel muchos intelectuales y muchos periódicos israelíes explican detalladamente los conceptos aquí expuestos, y de hecho son mucho más firmes y explícitos; sin embargo, la mayoría de los judíos israelíes son a favor de continuar la guerrasubestimando el aislamiento en el que está cayendo el país y, de hecho, atribuyendo al antisemitismo las manifestaciones de protesta ahora extendidas en todo el mundo.

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