AGI – Lo habían llamado el “Nostradamus moderno” y el nuevo mago de las profecías ahora predice nada menos que el estallido de una especie de Tercera Guerra Mundial y un apagón global de la tecnología. Antes de descartar sus predicciones como folklore, hay que considerar que Athos Salome, parapsicólogo brasileño de 36 años, es considerado alguien que acertó en algunas predicciones en el pasado: habría predicho con mucha antelación la pandemia de coronavirus, la compra de Twitter de Elon Musk y la muerte de la reina Isabel. Ahora el nuevo Nostradamus, según informó el Daily Mail, ha advertido de los peligros que la carrera armamentista tecnológica podría producir en los próximos meses. En 2024, afirma, habrá “tres días de oscuridad” relacionados con experimentos relacionados con el desarrollo de la tecnología EMP, es decir, pulsos electromagnéticos en los sectores de las telecomunicaciones y la guerra. Salomé’ evoca las radiaciones electromagnéticas y las explosiones provocadas por dispositivos termonucleares detonados a gran altura o fuera de la atmósfera. En este caso, dice, las tensiones entre Israel e Irán podrían conducir potencialmente a un conflicto a gran escala, “una situación similar a la Tercera Guerra Mundial”.
El sistema EMP estaría diseñado para destruir sistemas de información y dejar inoperables los dispositivos electrónicos, sin tocar a personas ni edificios. Una guerra tecnológica sin víctimas reales pero capaz de lanzar al mundo al caos y al apagón global, y que podría interferir con los campos magnéticos de la Tierra y crear impulsos capaces de destruir o dañar infraestructuras. No está claro qué consecuencias tendrá para la humanidad. El efecto inmediato podría conducir al bloqueo del suministro de agua y electricidad, y dejar fuera de servicio coches, ordenadores, teléfonos móviles, sistemas de transporte, servicios bancarios y todo lo que necesita energía.
A menos que se viva aislado del resto del mundo y en medio de la naturaleza, los efectos, según el “profeta brasileño”, afectarían a una vasta población mundial. Y sin considerar el riesgo de que se disparen y lancen misiles nucleares a cientos de kilómetros de altura sobre la atmósfera. Durante la Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética vieron el sistema EMP como una herramienta para desactivar la infraestructura enemiga sin causar daños directos. Según el parapsicólogo, la inteligencia artificial jugará un papel clave. El riesgo, advierte, podría desencadenarse cuando Irán e Israel utilicen la IA para luchar entre sí. Pero no son los únicos países que exploran esta frontera. Otros, desde Estados Unidos hasta Corea del Norte y China, también están llevando a cabo investigaciones para explotar la radiación electromagnética.
