Al Príncipe Harry le gustaría mucho ir a Gran Bretaña para el décimo aniversario de los Juegos Invictus, pero probablemente no lo hará porque no se le garantiza un nivel de seguridad adecuado. Seguramente, si decide partir para el evento del 8 de mayo, no traerá a sus hijos con él, causando así una gran decepción al rey Carlos, quien no veía la hora de volver a abrazar finalmente a sus amados nietos. Según el Express, citando una fuente real, el duque de Sussex está “extremadamente decepcionado” por los últimos acontecimientos relacionados con su seguridad en el Reino Unido, ya que quiere pasar más tiempo en su país de origen con sus hijos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet. .
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Se espera que Harry regrese a Gran Bretaña el próximo mes para la ceremonia de los Juegos Invictus en la Catedral de San Pablo en Londres. Por el momento, sin embargo, está estancado en cuanto a la decisión sobre su presencia, vinculada a decisiones relativas a la seguridad. “Harry está extremadamente decepcionado con las decisiones tomadas con respecto a su seguridad. Su petición no era sólo por su seguridad personal sino también por la de su familia, el público y los agentes asignados a él”, dijo la fuente al periódico británico. «El príncipe quiere pasar más tiempo en Reino Unido con su familia. Pero no puede hacerlo mientras haya dudas sobre los detalles de seguridad”, continuó.
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De nuevo, según el Express y por las mismas razones de seguridad, sigue siendo poco probable que Harry y Meghan dejen que sus hijos Archie y Lilibet se vayan al Reino Unido. Esto a pesar de que fuentes afirman que el rey Carlos quiere “desesperadamente” que el duque y la duquesa de Sussex lleven a sus hijos a visitar a su familia extendida. El pasado mes de febrero, el duque de Sussex perdió un recurso ante el Tribunal Superior contra el Gobierno por optar por reducir el nivel de su seguridad personal durante su visita al Reino Unido. El príncipe Harry había emprendido acciones legales contra el Ministerio del Interior tras la decisión de febrero de 2020 del Comité Ejecutivo para la Protección de la Familia Real y Figuras Públicas de concederle un nivel más bajo de seguridad financiada con fondos públicos.
