El apuñalamiento de un obispo ortodoxo en una iglesia de la periferia occidental de Sydney por parte de un joven de 15 años fue un “acto terrorista”: lo confirmó la policía australiana. El motivo era religioso, precisaron las autoridades, invitando a la enojada comunidad local a calmarse. “Después de revisar todo el material, he declarado que se trata de un incidente terrorista”, dijo la comisionada de policía de Nueva Gales del Sur, Karen Webb, en una conferencia de prensa.
Webb dijo que el ataque fue considerado un acto de “extremismo” por motivos religiosos que intimidó al público, tanto a los feligreses de la iglesia como a las personas que seguían el servicio transmitido en vivo en línea. El sospechoso era “conocido por la policía”, pero no estaba en ninguna lista de vigilancia terrorista, dijo Webb. Los agentes que respondieron al incidente pronto se vieron atacados por gente enojada afuera de la iglesia, agregó. “La gente utilizó lo que tenía disponible en la zona, incluidos ladrillos, hormigón y empalizadas, para atacar a la policía y lanzar ataques con cohetes contra la policía, su equipo y sus vehículos”. Los agentes heridos fueron trasladados al hospital durante la noche, dijo Webb sin dar cifras. La multitud dañó 20 vehículos policiales, añadió. “Esto es inaceptable y aquellos que estuvieron involucrados en ese motín pueden esperar que alguien llame a su puerta.
Puede que no sea hoy. Puede que no sea mañana, pero lo encontraremos y vendremos a arrestarlo”, aseguró Webb.
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