Argentina, ¿ya se trabó la “motosierra” de Milei?

Argentina, ¿ya se trabó la “motosierra” de Milei?
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Después cien días de gobierno allá “motosierra” por Javier Milei, símbolo de la campaña electoral del presidente anarcocapitalista que prometió restaurar completamente los cimientos del Estado argentino, ¿ya se ha estancado? Milei apuntaba a aterrizar con su gobierno, liderado por el partido Avances de la libertad aliado a otras formaciones de derecha liberales y conservadoras, una agenda radical pro-mercado: Fuertes recortes al estado de bienestar.contención del gasto público, venta de bienes públicos bajo control estatal, liberalización de los servicios, cese de los mecanismos de control de precios.

Pues a tres meses y medio de haber asumido el cargo, Milei debe dejar constancia de un camino de gobierno que hasta el momento ha sido insatisfactorio. La inflación aumentó del 211 al 276% durante su gobierno y hasta ahora las únicas reformas que han tenido éxito han sido bloquean acceso a una reevaluación completa de pensiones, subsidios contra la pobreza y fondos para la educación, lo que ha provocado un aumento considerable de la pobreza y dificultades en el sistema educativo. Una agenda de “lágrimas y sangre” con la que Milei quiere, prosaicamente, recoger lo que en el corto plazo puede marcar la diferencia para Buenos Aires: nuevos préstamos del Fondo Monetario Internacional después de los dos tramos de 4,7 mil millones de dólares liberados en enero.

La agenda económica de Milei está estancada porque, recuerda Américas trimestral, “algunos de sus puntos clave –reforma laboral y desregulación económica, entre otros– están en duda porque Milei utilizó un decreto presidencial para implementarlos. Los intentos de convertirlos en ley de forma permanente ya han sido rechazados por el Senado y partes de ellos han sido anulados por los tribunales. Su futuro depende de la Cámara de Diputados, donde su partido tiene pocos representantes”. Por ejemplo, aproximadamente 50.000 empleados públicos de una plantilla total de 3,5 millones de personas han recibido notificaciones de despido del gobierno, pero la medida está suspendida.

Mientras tanto, Milei sigue emitiendo nuevos decretos y propuestas. Subiendo el listón cada vez más alto. Recientemente, en el Foro Económico Internacional de las Américas en Buenos Aires, mostró una serie de objetivos: el presidente quiere, en primer lugar, privatizar las grandes operaciones públicas para la construcción de obras de infraestructura y su mantenimiento, porque en su opinión las obras públicas son “una fuente de de corrupción, de robo, a los que imagino toda la gente de bien debería oponerse”; dijo que estaba dispuesto a retirar la financiación a las provincias; apunta a eliminar 70.000 puestos de trabajo adicionales en el estado; presiona para iniciar el proceso gradual que debería conducir a la dolarización de la economía argentina; invita a los inversores internacionales a Dándose un festín con las empresas estatales argentinas.

mientras escribe Tiempos financieros “ASAP, una ONG local que monitorea las finanzas públicas, descubrió que Milei había recortado las transferencias a empresas estatales a 456 mil millones de pesos, o 535 millones de dólares al tipo de cambio oficial, en febrero, una caída del 61% en términos ajustados por inflación en comparación con el mismo período. mes de 2023”. Desde esta perspectiva, las aproximadamente 40 empresas estatales “prestan servicios públicos, incluido el transporte ferroviario de pasajeros, el alcantarillado y la energía. La mayoría ha operado con pérdidas bajo gobiernos anteriores. Ahora la administración Milei ha nombrado nueva dirección en muchos de ellos, con el mandato de reducir personal y renovar sus estrategias”. Lo siento, la prisa por la privatización. En la mira de Milei, en particular, la aerolínea nacional Arsa, la energética estatal YPFel grupo de transporte de la capital Ferrobaires y transporte ferroviario de larga distancia Trenes argentinos.

En resumen, una agenda tan ambicioso como está llamado a chocar con los límites objetivos de la realidad que habla de una Argentina plagada de años de crisis estructurales en las que Milei es visto como la última y desesperada carta a jugar para intentar cambiar una situación de decadencia que lleva décadas. Una carta que trae consigo una implicación divisiva en la sociedad argentina: el revisionismo histórico que con milei ha vuelto a estar de moda en todo el Lectura histórica de las dictaduras del siglo XX.operado principalmente por vicepresidenta victoria villaruelquien afirmó que las víctimas de la junta militar de los años setenta no fueron 30.000 sino poco más de 8.000 y en nombre del anticomunismo llamó a “vigilias” contra los Víctimas del “terror de izquierda”. La motosierra de los rivales neoliberales de la economía planificada y del Estado ha ido muchas veces acompañada en América Latina por la viento frío revisionista de la fase oscura de los regímenes del siglo XX. Y cuando no es posible ganar en el Parlamento, los gobiernos neoliberales de derecha a menudo han intentado ganar mediante la retórica pública. Milei, “El Loco”, no es la excepción. Pero el hecho práctico no cambia: la “motosierra” está atascada. Y conseguir que vuelva a funcionar será complicado.

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