Lula, Macron y la “ternura” en el Amazonas: las fotos que hacen reír a Francia

Lula, Macron y la “ternura” en el Amazonas: las fotos que hacen reír a Francia
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De la mano en medio de la selva amazónica como los dos amantes de Laguna Azul, incomparable película de 1980, sólo que no son Christopher Atkins y la entonces quinceañera Brooke Shields, sino el presidente de Brasil, Lula da Silva y su homólogo francés, Emmanuel Macron.

Parecen dos amantes, con Lula «Atkins» arrastrando a Macron «Shields» del brazo hacia los mares del Sur de Brasil. Pero ambos han lanzado un plan de mil millones de euros para una economía sostenible en la Amazonía. El objetivo es recaudar aportaciones públicas y privadas durante los próximos cuatro años. El anuncio forma parte de una agenda internacional que ambos líderes impulsarán en preparación a la COP30 sobre el clima, que se realizará en Belém, capital del estado de Pará, en 2025.

El plan de la pareja presidencial quiere combinar “la conservación y la gestión del desarrollo sostenible de los bosques” con la “valorización económica” de sus territorios, colocando “a los pueblos indígenas y a las comunidades locales en el centro de las decisiones”, se lee en un documento conjunto. “Apoyaremos a los pueblos indígenas y a las comunidades locales de la Amazonia, que desempeñan un papel esencial en la protección de la biodiversidad a través de sus conocimientos tradicionales y prácticas de gestión forestal”, subraya la declaración de intenciones firmada ayer por Brasilia y París.

No faltaron las meteduras de pata por parte de Lula, que en cierto momento del final del evento confundió a Macron con el ex presidente francés Nicolas Sarkozy, con quien, en 2008, Brasil estableció el inicio de una cooperación estratégica entre los dos países. “Sarkozy y yo iremos a Río de Janeiro esta tarde”, dijo Lula, provocando risas entre los periodistas que lo acompañaban.

Las contradicciones del presidente brasileño también son evidentes. Después de haber agitado a los cuatro vientos que quería la paz para todos, acabando justificando la invasión rusa de Ucrania y de Hamás, ayer inauguró junto a Macron un submarino de propulsión nuclear, con tecnología francesa, el Tonelero, en el complejo naval de Itaguaí, en el estado de Río de Janeiro. El Tonelero es el tercer submarino brasileño de propulsión convencional y forma parte del programa de desarrollo de submarinos ProSub, desarrollado conjuntamente entre Brasil y Francia. La asociación se firmó en 2008 y cuenta con un presupuesto de aproximadamente 8 mil millones de euros. La previsión inicial era que el Tonelero entraría en funcionamiento en 2020 y, según el cronograma, se construirían en Brasil cinco submarinos, cuatro convencionales y uno de propulsión nuclear. Tres ya están operativos y, para justificarse, Lula dijo que quería que el submarino “no fuera a hacer la guerra, sino a garantizar la paz”.

Macron, por primera vez en Brasil desde que asumió la presidencia, le sonrió y le tomó la mano.

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