Léa Seydoux, hilarante e irreverente: “Era vulnerable, ahora me respetan”

CANNES. El Festival de Cannes da el pistoletazo de salida, y lo hace a lo grande, entre aplausos abiertos, los dirigidos a la Gran Dama del cine mundial, no sólo americano, Meryl Streep (galardonado con la Palma de Oro a la trayectoria), risas e irreverencia, las mismas que se ven en la película inaugural, El segundo acto (en francés Le Deuxième Acte) dirigida por el director, músico y productor musical francés Quentin Dupieux.

Una comedia irreverente, irreverente, surrealista, bizarracomo es el estilo de su autora, dividido entre realidad, ficción, inteligencia artificial, en el que destaca, como única protagonista femenina Lea Seydoux. Una actriz que desde hace años entra en el Olimpo de los grandes intérpretes internacionales, que de niña prodigio del cine transalpino se ha convertido Estrella de primer nivel, voz, activista, miembro del colectivo 50/50, nace en febrero de 2018, que tiene como objetivo efectivo promover la igualdad de género y la diversidad en el cine y el audiovisual.

Mujeres fuertes y para todos los géneros.

Para ella, los papeles hablan, transversales y nunca banales, dramáticos y brillantes, disfrazados o anclados en la actualidad, valientes, sin miedo a exponerse, a contar. las fragilidades de las mujeres, así como la fuerza y ​​la independencia que las dominan. En Robin Hood por Ridley Scott fue Isabel de Angulema, reina consorte de Inglaterra entre 1200 y 1216, en Medianoche en París de Woody Allen, la chica del agua y jabón que acabó enamorando al escritor en crisis. A partir de ahí, quizás, se produjo la revelación, la evolución, en toda su intensidad, inteligencia artística y elecciones.

La revelación en “La vida de Adele”

La primera oportunidad es La vida de Adèle (capítulos 1 y 2) de Abdellatif Kechiche, una película triunfante, gracias a ella y a Adèle Exarchopoulos hace unos años en Cannes, una joya de amor y transgresión, que fue seguida La bella y la Bestiaversión francesa, Saint Laurent, cine convencional, Misión: Imposible – Protocolo fantasmao Espectro Y No hay tiempo para moriren el papel de Madeleine Swann, psicóloga y mujer amada por James Bond-Daniel Craig en el último 007, pasando a lo más autoral y fuera de línea (La langosta de Yorgos Lanthimos, Gran hotel Budapest de Wes Anderson) a lo más experimental y de ciencia ficción, véase Cronenberg, Crímenes del futuro.

Ella también es presa de Harvey Weinstein.

Hizo de todo, y lo contrario de todo, pero sin aprobarse jamás, ni escaparse, como ocurrió, denunciando en el proceso contra Harvey Weinstein, de quien ella también había sido una de las presas. “Esta mañana me levanté, estaba pensando en mi trabajo y me dije ¿qué hago aquí?”. dice. “La respuesta es simple: soy actriz, suena raro, es una profesión que a veces me aleja, pero es tangible, es intangible, realmente me hace reflexionar sobre lo que significa ser buena o mala actriz.. Hago este trabajo, pero soy una persona tímida, me expongo al público, es una paradoja. Aunque esto es real. No tenía alternativas, ni plan B.”.

El Segundo Acto, comedia surrealista y bizarra

El segundo acto, la última pieza temporal y cronológica de su carrera, en cierto sentido va en esta dirección. Revela sus talentos, realzando su carácter transversal y versátil, al igual que la historia y la protagonista, Florence, que aquí trae al escenario. Una chica que quiere presentarle a su padre (Vincent Lindon) al hombre del que está perdidamente enamorada (Louis Garrel), aunque él no le corresponda. Todo es normal, en realidad no. Porque la película, entre realidad y ficción, es una verdadera inmersión en el cine, y en una película igualmente, una operación hilarante, llena de gags y chistes, en la que los personajes entran y salen de roles, tocando temas, tópicos, sueños, ambiciones. , y donde, en una escena, ella misma evoca el cambio en las relaciones hombre-mujer en la era post .

¿Yo también? Está bien hablar de ello pero con ironía y humor.

Nos reímos, pero con amplia reflexión. “¿El Yo también? Creo que es importante, tengo la impresión de que las cosas han cambiado”, afirma. “En la película se abordan temas de actualidad: este movimiento es algo serio e importante, le ha dado a muchas mujeres, actrices, la oportunidad de alzar la voz, denunciar y acusar. Es necesario hablar de ello hoy, incluso con ironía y humor”.. ¿Qué notaste? “Un cambio genuino. He tenido suerte como actriz en mi carrera, y después, pero siempre es difícil comparar con otras experiencias, porque hay mujeres que son auténticas víctimas. Si al principio me sentía vulnerable, ahora creo que hay un gran respeto cuando hago una película, lo siento, lo siento.”.

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