El boceto del maestro continúa, en clave sarcástica, denunciando la convulsa cultura italiana, que siempre ha sido maltratada. “Las autoridades – continúa indicando a Mazzi – vienen muy a menudo a escuchar, entonces ya no se ven”. Luego, mirando hacia el palco real donde suelen sentarse los políticos, Muti continúa: “Este es un sueño que tengo. Yo en el podio, y el coro…”. Luego, el maestro pide al pianista que le presente la famosa aria de “Va’ pensiero” de Giuseppe Verdi. En ese momento, el coup de théâtre: completo con un gesto hierático de la mano apuntando hacia arriba, en lugar de “Va’, pensiero” Muti entona un menos solemne pero igualmente elocuente. “Vaaaaaffaaan…”. Entre risas de los músicos y hasta de Mazzi, quien pertenece a la categoría de “autoridad” a la que se refiere el maestro.
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