Eurovisión, el Golán israelí abucheado pero vuela a la final. El sueco de la keffiyeh en el escenario

Eurovisión, el Golán israelí abucheado pero vuela a la final. El sueco de la keffiyeh en el escenario
Eurovisión, el Golán israelí abucheado pero vuela a la final. El sueco de la keffiyeh en el escenario

Israel se clasificó para la final del Festival de la Canción de Eurovisión, en la ciudad sueca de Malmo, en medio de la polémica por su participación en el evento musical europeo. El cantante israelí Eden Golan interpretó la canción “Hurricane” ante 9.000 personas en el Malmo Arena, actuación interrumpida por algunos abucheos. Unas horas antes, cerca de 12.000 personas se habían manifestado en la ciudad contra la participación del Estado judío en el concurso y para expresar su indignación por la guerra en la Franja de Gaza. Según estimaciones de la policía, más de 10.000 personas, incluida la activista climática Greta Thunberg, se reunieron en la plaza principal de Malmö antes de marchar por la calle comercial peatonal del centro sur de la ciudad, portando pancartas y lemas como “Liberen a Palestina”, “Eurovisión legitima el genocidio” ” y “el colonialismo no puede teñirse de rosa”. Alrededor de 50 manifestantes lograron llegar al Malmo Arena antes de ser dispersados ​​por la fuerte presencia policial.

Los manifestantes también entraron en Eurovisión Village, donde los espectadores pueden seguir el concierto en pantallas gigantes. En otro barrio de la ciudad sueca, alrededor de 100 contramanifestantes se reunieron bajo protección policial para expresar su apoyo a Israel. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, deseó buena suerte al Golán, diciendo que “ya había ganado” tras soportar protestas que calificó de “una horrible ola de antisemitismo”.

La canción “Hurricane” ya ha sido reescrita parcialmente con un nuevo título después de que los organizadores de Eurovisión consideraran que la versión original era demasiado política. Desde principios de año, varias peticiones han pedido la exclusión de Israel de la 68ª edición del concurso anual de música, que se inauguró el pasado martes con la primera semifinal.

Mientras tanto, los organizadores de Eurovisión se disculparon después de que el cantante sueco Eric Saade violara la prohibición de exhibir símbolos políticos. El hombre de 33 años, cuyo padre es de ascendencia palestina, llevaba una keffiyeh en la muñeca durante la actuación. Él mismo había anunciado algún tipo de protesta antes del espectáculo. “Es lamentable que haya aprovechado su participación de esta manera”, afirmó la productora ejecutiva de la emisora ​​sueca SVT, Ebba Adielsson. Otros artistas en la competencia hicieron llamados a un alto el fuego o hicieron comentarios antiisraelíes, pero se les dijo que no mostraran mensajes políticos durante las presentaciones.

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