Camarada Don Camillo, la última obra maestra de Gino Cervi. Pero cuidado con estas inconsistencias.

Camarada Don Camillo, la última obra maestra de Gino Cervi. Pero cuidado con estas inconsistencias.
Camarada Don Camillo, la última obra maestra de Gino Cervi. Pero cuidado con estas inconsistencias.

Esta tarde, a las 21.29 horas en Rete 4, se retransmitirá el largometraje de 1965 Camarada don Camilo. Dirigida por Luigi Comencini, la película representa el quinto (y último) capítulo de la saga dedicada al personaje interpretado por el actor francés Fernandel y basada en las historias de Giovanni Guareschi.

Camarada don camillo, la trama

En la pequeña ciudad de Brescello las cosas parecen haber vuelto (inexplicablemente) a la normalidad. Después de las (des)aventuras romanas del capítulo anterior, Don Camilo (Fernandel) ha vuelto a asumir el papel de párroco de Brescello, mientras que Peppone (Gino Cervi) ha retomado sus funciones como alcalde. Todo, sin embargo, cambia cuando se acepta la propuesta de hermanamiento con Brezwyscewski, una pequeña localidad del campo ruso. Don Camillo no está de acuerdo con esta “fusión” y contrata a dos holgazanes italianos para hacerlos pasar por rusos y utilizarlos para orientar la opinión pública. Una vez desvelada la estafa, Peppone crea un equipo de “compañeros” para ir a Rusia y celebrar el hermanamiento. Don Camilo, sin embargo, no quiere quedarse en casa y ser excluido: por eso amenaza a su amigo/enemigo con hacerle saber ciertas vicisitudes sentimentales que no son precisamente apropiadas si Peppone no lo lleva consigo encubierto. Sin embargo, las obligaciones sacerdotales del sacerdote pondrán en riesgo varias veces su anonimato, dando lugar al habitual torbellino de aventuras, encuentros y obstáculos.

Todos los errores de la película.

Antes de la llegada de las redes sociales y las “canchas de internet”, una película se disfrutaba sobre todo por su función de entretenimiento. Una película que no tenía ambiciones autorales ni relevancia para la historiografía del cine no era más que una excusa para pasar una agradable velada, divertirse y tal vez reírse. Las películas dedicadas al personaje de Don Camillo siempre han tenido esta ambición: no son largometrajes pensados ​​para cambiar el eje de la historia del cine, ni películas con quién sabe qué ambiciones artísticas. Lo que también lo demuestra el hecho de que cada película de la saga está realizada casi servilmente siguiendo la misma estructura narrativa, precisamente porque el público, al pagar una entrada, sabía exactamente lo que quería encontrar en la gran pantalla.

A pesar de esta propensión a satisfacer sobre todo los gustos de los espectadores, la película camarada don camillo es culpable de contener algunos errores de continuidad y anacronismos que, analizados con la lupa actual, resultan más evidentes. El sitio reunió los principales Bloopers.it (no por casualidad errores es el término inglés utilizado para “patos”, errores y meteduras de pata). Hay que decir que en la lista de errores reportados hay algunos que no son estrictamente errores. Por ejemplo, se destaca la escena en la que Don Camilo entra en la pequeña iglesia rusa e intenta ganar luz encendiendo una cerilla. La luz que reverbera la cerilla es muy amplia y difusa: una luz demasiado artificial y de espectro demasiado amplio para creer que es realmente la proyectada por una cerilla recién encendida. Sin embargo, esto no es un verdadero error: es más bien uno de esos ejemplos en los que el cine pide la suspensión de la incredulidad para el publico. El espectador sabe perfectamente que esa no es la luz de una cerilla, pero finge creerlo, porque entiende, por ejemplo, que el cine necesita un determinado tipo de iluminación que una sola cerilla no podría soportar, a menos que abandone la escena en Completa oscuridad.

Otros errores, en cambio, definitivamente lo son. Si se mira más de cerca, la posición en la que se encuentran los dos protagonistas representa una pequeña inconsistencia. En efecto, en la película anterior Don Camilo y Peppone habían hecho carrera: el primero se había convertido en monseñor, el segundo en senador y en esta película, sin embargo, han vuelto al punto de partida sin una explicación plausible. De hecho, al final de la película anterior, los vimos regresar a Roma para retomar sus roles en la capital. ¿Por qué ahora aparecen “degradados”? ¿Qué pasó? ¿Por qué volvieron a ser “sólo” párroco y alcalde? Segun algunos, camarada don camillo es una película que, a pesar de ser posterior, se sitúa cronológicamente antes Don Camilo monseñor… pero no demasiado. Los hechos narrados en esta película, por tanto, serían anteriores a los narrados en la película anterior. Una interpretación que podría tener sentido si fuera necesario camarada don camillo no se hizo ninguna referencia a la dimisión de Khrushchev, ocurrida en 1964, mientras que el capítulo anterior está ambientado en 1960. Esta explicación, por tanto, no tendría sentido. Del mismo modo que no tiene sentido ver a los dos protagonistas retomar sus posiciones iniciales.

Un error histórico/geográfico de Camarada don Camilo, en cambio, se trata de la escena en la que Don Camilo y Brusco (saro urzi) van a buscar la tumba de este último, que murió durante la batalla de Navidad que tuvo lugar en 1941. Una batalla que en realidad se libró cerca de Moscú, es decir, en una zona muy alejada de aquella en la que se encontraban los dos protagonistas de la escena. También hay “errores geográficos” cuando la azafata les dice a los personajes que el avión en el que se encuentran sobrevuela el cielo de Moscú. El aterrizaje, sin embargo, se produce en un aeropuerto de Don, localidad situada mucho más al sur que Moscú, hasta el punto de que la ruta seguida por el avión no resulta nada creíble. Pero estas “faltas de atención” no son los únicos errores presentes en la película. Por ejemplo, cómo escribe. La subsidiaria, cuando Peppone tiene que volver al autobús para dejar atrás a Brezwyscewski, su capacidad para mantenerse erguido se ve comprometida por el alcohol que corre por sus venas. Borracho e inestable, el alcalde de Brescello necesita la ayuda de sus compañeros para subir al autobús, en el que casi lo empujan a la fuerza. En la siguiente escena, sin embargo, en la que no ha pasado demasiado tiempo, el hombre se baja del medio de transporte completamente solo, tranquilo, confiado en sus pies y sin siquiera la sombra de ningún residuo de resaca. Este es un ejemplo clásico de error de continuidad.

Como en el caso de Don Camillo, quien primero es blanco de un quintal de abono maloliente y en la siguiente escena regresa al hotel como si hubiera pasado por una ducha.

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