Lopetegui espera al Milan en Asteasu, y mientras tanto al United

De nuestro corresponsal Filippo Maria Ricci

2 de mayo de 2024 (modificado a las 13:15) -MADRID

La convulsión que rodea la elección del nuevo entrenador del Milan contrasta mucho con la tranquilidad de Asteasu, el pequeño ‘pueblo’ de 1.500 almas a 25 kilómetros de San Sebastián donde nació Julen Lopetegui. El primer (¿antiguo?) candidato al banquillo rossoneri está allí desde hace días. Y desde lejos observa los acontecimientos de Milán con creciente asombro. El ex entrenador de La Roja aprovecha su tiempo libre para estar al lado del mítico Agerre II, nombre de guerra de su padre José Antonio, lanzador de piedras de enorme fama y ex alcalde del pueblo, que el pasado mes de diciembre cumplió la edad de de 93.

asador de renombre

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Los Lopetegui aún viven en la misma casona que perteneció a la madre de Julen, fallecida hace años, y que acogió durante mucho tiempo el reconocido ‘Asador Agerre’: un restaurante con culto al ‘txuleton’, el filete que en estas partes es una especie de religión. No es casualidad que una de las personas más cercanas a Julen sea Javier Iraola, el reconocido carnicero de Asteasu. Amigos desde niños, los dos siguen siendo muy unidos. Julen acude a Asteasu en cuanto puede. Cuando trabaja no es fácil, así que ahora que espera una llamada ha aprovechado para pasar un tiempo precioso al lado de su padre, siempre mimado por las hermanas de Julen, las gemelas Miriam e Idoia. Aquí, en la tranquilidad familiar de un lugar que no ha cambiado en el tiempo, Julen negoció con Milán. Y espera noticias del Manchester United, indeciso sobre Ten Hag.

la oferta

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Sí, porque en los últimos días se han puesto en contacto desde Inglaterra para explorar la disponibilidad del técnico vasco. Lo cual llevó tiempo, dadas las conversaciones con el Milán. Negociaciones que empezaron tranquilamente y se aceleraron hasta llegar a la oferta de un contrato de tres años por valor de 4 millones de euros netos por temporada. Definitivamente Julen estaba feliz. Luego aquí está el ciclón nopetegui , la recogida de firmas, el levantamiento popular.

golpe bajo

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Desde Asteasu Lopetegui observa, lee, escucha. Y le cuesta entender lo que está pasando. O qué pasó. El furor personal y técnico contra él fue un golpe bajo que no esperaba: no es que no lo viera venir, simplemente no lo había considerado. La protesta del mundo rossoneri lo sorprendió, su manera y su forma lo impresionaron. Al principio Julen estaba convencido de que todo iría bien. Ahora evidentemente la sensación es otra, y el técnico español de alguna manera se está adaptando a la nueva realidad. Amparado por familiares, amigos y un ambiente lleno de cariño, espera con tranquilidad las comunicaciones oficiales. Se le escapa el significado de toda esta situación, desde la oferta del club hasta el rechazo de los aficionados. Los ataques personales lo dejaron estupefacto, nunca había vivido una realidad similar. Y desde el calor humano de Asteasu mira con incredulidad hacia Milán.