TimeOut Sport Festival, Andrea Lucchetta lanza el voleibol italiano en los Juegos Olímpicos: “Podemos ganar el oro masculino y femenino. Velasco necesita el aporte de Barbolini”

Andrea Lucchetta nunca es banal en sus consideraciones. Símbolo de esa “Generación de los Fenómenos” que cambió la historia del voleibol italiano, “Lucky” siempre ha sido un joven dispuesto a ir a la red y aplastarlo todo para obtener grandes resultados, aunque esto implique sacrificios y sacrificios.

La antigua central eléctrica Milán Y Módena sabe que los jóvenes jugadores de voleibol pueden hacerlo y por eso ha decidido impulsar la selección nacional empezando desde abajo, trabajando codo con codo con la Federación y contando las hazañas de nuestros talentos dentro. Festival deportivo TimeOut en una reunión celebrada en el PalaPonte de Puente de San Pedro.

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Conscientes de los riesgos que puede suponer la presión de tener que clasificarse a cualquier precio para los Juegos Olímpicos París 2024 y al mismo tiempo realizar, Candado no se escondió y fijó los objetivos primordiales del movimiento tricolor.

¿Cuál es la situación actual del voleibol italiano?
“La situación del voleibol post-Covid es interesante porque es una de las pocas disciplinas que ha tenido una implantación de integrantes, gracias también al trabajo realizado antes de la pandemia para ampliar la base, también gracias al “spykeball”, el juego de slam. dunk, que fue creado por mí junto con Mario Barbier y Marco Mencarelli. Dos de las mentes y entrenadores que están desarrollando el sector juvenil de la Federación que cuenta con una serie de observadores para identificar deportistas que puedan tener espacio y que para muchos de ellos consiste en llegar a la selección”.

Creaste una caricatura creada por Rai para presentar el voleibol a los jóvenes. ¿Qué efectos tuvo?
“Lucky es un personaje que anima, a través del lenguaje de los dibujos animados, una forma innovadora de jugar que es el juego de mates. Pocas reglas, pero que se centran en algunos deportistas identificativos. Quiero hacer mates como Pietrini, Egonu, Micheletto o Lavia, en definitiva, quiero hacer mates. Anteriormente existía un diminutivo categórico vinculado al minivoleibol que no generaba este tipo de situaciones sino que conducía a la ampliación de la base y al aumento de socios. No es casualidad que el capitán de la selección nacional del Mundial de 1990 y mejor jugador del torneo, Andrea Lucchetta, se encontrara comentando un equipo con Ferdinando De Giorgi como entrenador y Andrea Giannelli en el campo que ganó una Eurocopa y una Copa del Mundo y Esta es la prueba de que el voleibol es siempre el mismo. El círculo de la vida siempre lleva allí y es constante en el tiempo.”

¿Existe entonces una posibilidad concreta de ganar el oro olímpico con los equipos dirigidos por Julio Velasco y Ferdinando De Giorgi?
“Creo que ambos equipos van a ganar ambos eventos. Seguramente nos clasificaremos para los Juegos Olímpicos y luego espero que podamos hacerlo mejor más allá del bronce en Los Ángeles o la plata en Barcelona y Río de Janeiro porque existen las condiciones para ganar el oro tanto para hombres como para mujeres”.

Durante su carrera conoció de cerca a Julio Velasco. ¿Cree que su llegada al banquillo puede suponer un punto de inflexión para el equipo?
“Julio es un entrenador que necesita una herramienta implementadora y altamente operativa como Massimo Barbolini. Fue el entrenador asistente que creó las condiciones para que el movimiento del voleibol creciera, ganando tres campeonatos en Módena y, obviamente, lanzando el primer Campeonato de Europa en 1989. Todo esto ayudó a Julio a ganar notoriedad, pero también a consolidarse como entrenador. Ahora todo lo que ha creado debe ponerse a disposición de algo que pueda dar tranquilidad y visión de juego. Massimo Barbolini es la persona adecuada que puede convertir un vestuario desintegrado en un sistema y permitir a los atletas encontrar la uniformidad necesaria para mantener un comportamiento digno de sus ambiciones deportivas. A partir de ahí se pueden crear las ambiciones de un grupo que juntos pueden alcanzar un resultado de cierto nivel. No es casualidad que De Giorgi fuera durante muchos años el segundo armador de la selección de Julio y supiera sacar los aspectos más positivos de un camino completamente diferente al del técnico argentino”.

Hablando de De Giorgi, su experiencia olímpica ¿Podría dar ventajas a la selección masculina?
“No, porque la principal preocupación de De Giorgi es su papel como armador. Sabe perfectamente cuáles son las claves para entregar el equipo a Giannelli y gestionar el vestuario de la mejor manera posible. Entonces obviamente se puede jugar bien o mal, pero esto permite a los jugadores, a menudo aún jóvenes y en crecimiento, poder tolerar esa ansiedad por el rendimiento que los obliga a ganar a toda costa. Una cosa es pensar en ganar, otra confirmarse y otra tener necesariamente que ganar. Algunos jugadores ya vivieron la parte de la villa olímpica con las restricciones relacionadas con el Covid en Tokio 2020, sin embargo ahora habrá que entrenar bien, clasificarse y no tener demasiadas distracciones y ser muy conscientes de que vamos allí. ganar la medalla de oro”.

También has trabajado mucho en el mundo paralímpico. ¿Cómo surgió este apoyo al voleibol sentado?
“El voleibol sentado femenino, gracias también al proceso llevado a cabo desde 2012 y que también entra en la historia de Lucky con Patty, que es jugadora del Spike Team, y Brent que tiene una amputación bilateral. La única forma de lograr que se encontraran era hacerlos jugar sentados. Esto, junto con el trabajo de la Federación y con los comentarios que hicimos junto con Maurizio Colantoni, logramos impulsar este movimiento creando un campeonato italiano que el año pasado ganó una medalla de plata en el Campeonato de Europa de voleibol sentado y que tomará participar por primera vez en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Esta es la satisfacción que llevo dentro”.

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