Stop en alquiler turístico a partir de 2029 — idealista/noticias

El Ayuntamiento de Barcelona declara abiertamente guerra contra los alquileres turísticos, revelando su intención de eliminar el alojamiento de alquiler de corta duración en la ciudad durante los próximos cinco años. Así lo anunció el alcalde Jaume Collboni, explicando que, hasta noviembre de 2028, los 10.101 pisos turísticos se volverán a poner en el mercado residencial. En Italia, Federalberghi aplaude, mientras que los gestores de alquileres a corto plazo lo desaprueban.

Barcelona dice adiós a los alquileres de corta duración: la legislación

Para implementar esta medida, el Gobierno local pretende aplicar el Decreto Ley de la Generalitat aprobado el pasado 7 de noviembre, que regula las viviendas de uso turístico. El nuevo marco regulatorio establece un máximo de cinco años para las licencias de alojamiento turístico vigentes. Al finalizar este período, las licencias pasan a ser temporales y el Municipio puede decidir si las renueva o no. La intención del Ayuntamiento es no renovar estas licencias, por lo que, en noviembre de 2028, las 10.101 viviendas de uso turístico presentes actualmente en Barcelona tendrán su licencia caducada y pasarán al mercado residencial.

Además, no está previsto promover ningún plan urbanístico que declare compatible el uso turístico de las viviendas con el de residencia habitual. En este sentido, el alcalde afirmó que la industria turística es importante, pero que la ciudad está en su límite y que la oferta de plazas turísticas no puede crecer más. Esta decisión sitúa a la ciudad catalana a la cabeza de la reacción contra el impacto de los alquileres de corta duración basados ​​en plataformas online, lo que supone la medida más radical a nivel global hasta la fecha.

Porque Barcelona no quiere alquileres de corta duración

El Ayuntamiento recordó que lleva años luchando contra los alojamientos turísticos ilegales. “El PEUAT (Plan de Alojamientos Turísticos) sirvió para poner un límite y luchar contra los alojamientos turísticos ilegales”, ha afirmado Laia Bonet, primera teniente de alcalde, recordando que, cuando se aprobó el plan, en Barcelona había 6.000 alojamiento turístico ilegalnúmero reducido a 300-400 anuncios mensuales bajo el control del Municipio.

Pero la intención de la próxima revisión del PEUAT (aún sin fecha) va aún más allá, eliminando definitivamente la categoría de viviendas de uso turístico, en el entendido de que es por ellas que los precios han aumentado para los residentes locales hasta el punto de que las familias obligados a abandonar los barrios donde siempre han vivido. Según datos de idealista, Los precios del alquiler en Barcelona aumentaron un 14% en el último año, más que en el resto de ciudades españolas. Por tanto, en noviembre de 2028 el ayuntamiento eliminará las 10.101 licencias de apartamentos turísticos concedidas actualmente. El alquiler de pisos de corta duración “cestará por completo”, ha afirmado el alcalde de Barcelona, ​​explicando que esas viviendas volverán a ponerse en el mercado residencial en alquiler o venta.

A política de control rigurosa Sin embargo, seguirá detectando posibles apartamentos turísticos ilegales una vez que la prohibición entre en vigor. “Se necesita más oferta de vivienda y las medidas que estamos presentando son dar más oferta para que la clase media trabajadora no tenga que abandonar la ciudad porque no puede permitirse una vivienda”, añadió. “Esta medida no cambiará la situación de la noche a la mañana, son problemas que llevan tiempo. Pero con esta medida estamos marcando un punto de inflexión”.

La opinión de los gestores de apartamentos turísticos

La asociación de apartamentos turísticos de Barcelona, aparturafirmó que Collboni está cometiendo un error lo que provocará más pobreza y desempleo, añadiendo que la prohibición provocará un aumento de los apartamentos turísticos ilegales. Enrique Alcántara, presidente de Apartur, acusó al gobierno municipal de estar impulsado por la “fobia al turismo” y el populismo. “Los pisos turísticos representan el 0,77% del parque de viviendas de Barcelona. Eliminarlos no solucionará el problema del acceso a la vivienda. Lo único que conseguirá el ayuntamiento es alimentar la oferta de alojamiento ilegal. Están destruyendo una industria que aporta 347 millones de euros a las arcas públicas de Barcelona, ​​un sector formado por pequeños propietarios que emplean directamente a más de 5.000 personas e indirectamente a muchas más: ¿cuántos museos, tiendas y restaurantes tendrán que cerrar?”.

Los administradores de propiedades italianos están de acuerdo. “Después de 10 años de restricciones infructuosas, el alcalde de Barcelona ha decidido cerrar definitivamente el mercado del alquiler a corto plazo – comenta en las redes sociales Marco Celani, director general de Italianway. – La idea de la política es que obligando a 10 mil propietarios a alquilar propiedades a largo plazo en las que han invertido a lo largo del tiempo se solucione el problema de los altos alquileres en la ciudad. Es una pena que las propiedades destinadas a alquileres de corta duración pesan sólo el 0,77% de casas en la ciudad y que en 10 años de restricciones el mercado ha demostrado que limitar los derechos de los propietarios no se traduce en una disminución de los alquileres a largo plazo (en el mismo período los alquileres en Barcelona aumentaron el doble respecto a Milán, que no tenía restricciones). Esperamos que los políticos italianos no quieran seguir el ejemplo liberticida de políticas que han demostrado ser fallidas. Recordemos que en Italia hay 9,6 millones de casas vacías y que el sector inmobiliario representa el 55% de la riqueza de las familias italianas”.

El aplauso de Federalberghi

Por otro lado, en Italia, la decisión del Barcelona encontró la Aplausos de Federalberghi. El presidente Bernabò Bocca comentó positivamente la iniciativa catalana, definiéndola como un precedente único para una regulación eficaz del alquiler de corta duración. “Las noticias de Barcelona crean un precedente único para una reorganización real del problema de los alquileres de corta duración en Italia”, afirmó Bocca. Y añade: “Es un tema de interés europeo que afecta principalmente a las capitales y ciudades de arte, que están siendo atacadas por el enorme interés turístico que tienen, pero también al territorio de los ciudadanos que viven allí, que tienen que vivir allí y por lo tanto no deben sufrir el daño. Como en Barcelona, ​​también en Roma, Florencia, Venecia y Milán, los precios del alquiler han aumentado exponencialmente, impidiendo a los ciudadanos residentes competir con un mercado sano del alquiler residencial. Llevamos a cabo esta batalla desde tiempos inmemoriales – concluye – pero hasta la fecha, sin perjuicio de la iniciativa del código de identificación de las empresas de hostelería, todavía no se ha optado por una posición más drástica”.

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