En las elecciones en Cataluña los independentistas perdieron la mayoría

En las elecciones en Cataluña los independentistas perdieron la mayoría
En las elecciones en Cataluña los independentistas perdieron la mayoría

Ayer 12 de mayo se celebraron las elecciones para la administración autonómica de Cataluña. Con una participación del 57,92%, superior a la de elecciones anteriores, la Partido Socialista Catalán (PSC), representado por el candidato y ex ministro de Sanidad de España durante la pandemia de Covid-19 Salvador Illaganó, por primera vez en la historia democrática española, con un porcentaje del 27,96% y obtuvo así 42 escaños, 9 más que en las elecciones de 2021. Esquerra Republicana (ERC), el histórico partido independentista de izquierdas del presidente saliente de la Generalitat peras aragonesas se detiene en 20 escaños, un claro descenso respecto a 2021. Las elecciones, que marcan también el ascenso de los conservadores del Partido Popular y el buen resultado de la derecha nacionalista de Vox, no dan mayoría absoluta a ninguna fuerza, pero determinan el neto reflujo de las demandas independentistas tras la ofensiva de los últimos años que culminó con el referéndum independentista de 2017.

Esta vuelta electoral resulta, por tanto, un terremoto en el equilibrio político catalán: es Por primera vez, los partidos no independentistas de derecha e izquierda obtuvieron 74 escaños juntos, lo que representa una sólida mayoría general. De hecho el Partido Popular Catalán (PPC, emanación del Partido Popular español), nunca incisivo en el equilibrio político catalán, pudo celebrar la conquista de 12 escaños respecto a las últimas elecciones. Sin embargo, el éxito del PSOE no será necesario para asegurar el gobierno catalán al partido del presidente Sánchez. En las administraciones locales españolas, de hecho, a diferencia de lo que ocurre en Italia (donde basta ganar aunque sea por un pequeño margen para tener una clara mayoría), está vigente el sistema proporcional y es necesario hacer alianzas con otros partidos hasta alcanzar la mayoría absoluta de 68 escaños per poder formar gobierno.

JuntsxCatalunyala formación independentista de Carlos Puigdemont en cambio obtuvo el 21,61% y acumuló 35 escaños, por lo que no logró crear una alianza independentista, también debido a la derrota del Candidatura de la Unidad Popular (CUP), partido independentista radical de izquierda representado por Laia Estradaque, alcanzando el 4,09% de los votos, pierde 5 de sus 9 escaños en el parlamento.

Fuente: EpData

El recuento, que se prolongó hasta los últimos votos escrutados, contemplaba inicialmente la posibilidad de formar una alianza entre los partidos progresistas en liza, PSC, ERC y Comunes, este último, un grupo regional de Podemos y en fuerte caída respecto a las últimas elecciones. , alcanzando la mayoría absoluta de 68 escaños. Estealianza tripartita supondría un cambio de rumbo en la política catalana, que, siete años después de la declaración unilateral de independencia pronunciada por Puigdemont, la consiguiente aplicación del artículo 155 y la disolución del parlamento, hoy demuestra la intención de la sociedad de dejar de lado la independencia y dar confianza a una alianza representado por el grupo catalán del partido de Pedro Sánchez.

Después de una campaña electoral que ha caracterizado especialmente al presidente del Gobierno español y que comenzó pocas semanas después de la votación del Gobierno sobre la concesión de la amnistía a las víctimas del proceso, el partido socialista logró centrarse en temas ajenos a la independencia, como la salud pública, el derecho a la vivienda, la seguridad y la protección del medio ambiente. yoemergencia por sequía en Cataluña en los últimos meses, por ejemplo, ha tenido un fuerte impacto en la población, que ha preferido alejarse drásticamente de Esquerra Republicana. Además, la divergencia política, nacida de la desaprobación parlamentaria de algunos planes urbanísticos, incluida la construcción de un enorme complejo turístico en las afueras de Tarragona, que provocó la disolución anticipada del parlamento, marcó evidentemente la decisión del presidente saliente de no querer participar en una alianza no independentista: «Trabajaremos para continuar con nuestro proyecto político y lo haremos desde el lugar que decida la ciudadanía, la oposición». Además, analizando la derrota, Pere Aragonés pone el foco en una “ola reaccionaria y conservadora” a la que Cataluña no es ajena.

De hecho, es interesante comprobar cómo todos los partidos de derecha y extrema derecha, independientes y nacionales, han conseguido un gran aumento de consenso respecto a las elecciones anteriores, alineándose con la línea política de España y Europa. VOXque se mantuvo estable en 11 escaños y el neopartido independentista de extrema derecha Alianza Catalana, con dos escaños obtenidos, caracterizó su campaña electoral por la islamofobia y la seguridad. Estos fallan Los ciudadanospartido fundado en 2017 en Cataluña que no obtuvo ni un solo escaño, desapareciendo definitivamente de la política del país.

Durante la jornada electoral, la población de las provincias de Barcelona y Tarragona sufrió un accidente técnico en la red regional de trenes de Renfe, que ralentizó y en ocasiones bloqueó el tráfico, afectando a la posibilidad de votar. La cuestión fue inmediatamente atacada por Carles Puigdemont durante el discurso pronunciado al final de la votación. Aquí mismo el expresidente confirmó su satisfacción con el resultado y su compromiso de evitar a toda costa una repetición electoral, apelando a un acuerdo con Esquerra Republicana y a la abstención del PSC. El panorama es efectivamente inciertolos únicos acuerdos posibles, excluyendo el de los partidos de izquierdas, serían una improbable alianza entre PSC y Junts, un acuerdo minoritario entre independentistas o el apoyo de ERC a Illa, para seguir en la oposición.

De manera diametralmente opuesta a las recientes elecciones vascas, tras diez años de supremacía total, los partidos independentistas catalanes parecen estar alejados de la población. Las demandas nacionalistas catalanas, fuertemente activas durante los últimos años y evidentemente fortalecidas por el contraste impuesto por la oposición al nacionalismo español de los años en que el Partido Popular gobernaba en Madrid, han ido perdiendo consenso. Según los analistas, sobre todo gracias al diálogo abierto por Pedro Sánchez con los independentistas a través de los indultos aplicados durante su segundo mandato y la aprobación del ley de amnistía. Durante su intervención el candidato del PSC asume la responsabilidad de presentarse a la presidencia, para dar el pistoletazo de salida a la decisión de los catalanes de iniciar una «nueva fase».

[di Armando Negro]

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