Las dudas de Susanna Tamaro y el ataque de Burioni

en un editorial publicado en “Il Corriere della Sera”, el escritor Susana Tamaro expone lo suyoreflexiones sobre las consecuencias de la pandemia”: “la experiencia de COVID-19 ha dejado cicatrices profundas, pasiones intensas y prolongadas corroen toda razonabilidad”, el escribe. Tamaro compara la pandemia con “una auténtica guerra civil” que ha arrasado la sociedad “y la sorpresa no es tanto que haya ocurrido -sucede- sino que el recuerdo de este período se haya transformado en un tabú intocable”.

Tras recordar las tres grandes epidemias de gripe del siglo XX (“sin embargo, el mundo no se había detenido ni se habían desarrollado fenómenos de psicosis masiva, como lamentablemente vimos en la época del Covid-19.”Tamaro se preguntó: “¿Por qué nuestra medicina, tan maravillosamente avanzada, permaneció con los brazos cruzados durante casi un año ante el flagelo de ese virus?”recordando que inicialmente los médicos no tenían cura para los pacientes y que demorarse en actuar resultaría fatal.

Abandono terapéutico” nos llevó a una sensación de impotencia, que en nuestras mentes transformó el virus Covid en “un demonio infernal”, escribe Tamaro, afirmando que la llegada de Vacuna El 25 de diciembre de 2020 fue como “un suspiro de alivio mundial”. En este punto, “El nivel de patetismo se salió completamente de control, provocando la guerra civil cuyo precio todavía estamos pagando. Había que estar de un lado o del otro, creer en la ciencia o pertenecer a los fanáticos del terraplanismo, tertium non datur”, dice el escritor.

Después de especificar de “confianza en la ciencia” y habiéndose informado sobre las vacunas anti-Covid, Tamaro (que ha sido vacunada) escribe que “Estudios recientes nos han aportado algunos datos más: parece que Spike comparte con el virus el sabor de andar, el primero por el mundo y el segundo por nuestro cuerpo, llegando a todos nuestros órganos y a todos nuestros tejidos como un huésped inesperado.”. El escritor recuerda cómo tras la llegada de la variante Omicron, “infinitamente menos agresiva”, “la tercera vacuna tuvo que hacerse por ley, en detrimento de los derechos y libertades civiles. En ese momento me pregunté, ¿Cuál es el objetivo de todo esto: hacer que la población sea inmune o consumir todas las vacunas compradas?. Ante la realidad de “personas tres vacunadas” Eso “Se enfermaron y volvieron a enfermar de Covid” y al“En medio de la incertidumbre terapéutica, no pude evitar preguntarme qué justificaba las dramáticas limitaciones de nuestra libertad, que destruyeron la economía y devastaron el equilibrio y la salud mental de los jóvenes, los niños y nuestros“, escribe Tamaro, destacando también cómo el mensaje de los medios de comunicación se había convertido en ese momento “en el año de los brazos cruzados, todas las muertes fueron por Covid — en muchos casos con un hisopo post mortem; igualmente, una vez realizada la vacunación masiva, La vacuna no produjo ningún daño a la salud.”.

¿Cómo es posible, racionalmente, no comprender que un producto innovador, aprobado muy rápidamente y con poca experimentación, puede causar daños a las personas, y que ese daño, en muchos casos, sigue siendo una realidad desconocida y sin nombre incluso para las propias personas? ¿Doctores?”, se pregunta Tamaro. “Si bien muchos países han creado desde hace mucho tiempo equipos de académicos para tratar de comprender lo que sucede en los cuerpos de las personas dañadas por las vacunas, en nuestro país las propias personas dañadas son tratadas como impostores. Si son impostores, como tantos y demasiados que se benefician de pensiones de invalidez sin tener derecho a ellas, el Estado tiene el deber de desenmascararlos; pero si no son impostores, el propio Estado tiene el deber absoluto de cuidar por todos los medios posibles de estos ciudadanos que han obedecido las leyes y que ahora ven sus vidas devastadas por las consecuencias de esa obediencia”.escribe Susanna Tamaro.

Burioni contra Susanna Tamaro: “razonamientos idénticos a los de los tontos antivacunas”

Tamaro arremetió ferozmente contra Susanna Roberto Burioni, Profesor de virología en la Universidad Vita Salute San Raffaele de Milán. “La escritora Susanna Tamaro, en un artículo del ‘Corriere della Sera’, nos explica las vacunas produciendo una admirable crestomía de “razonamientos” idénticos a los de los tontos antivacunas. Debimos salir mejores, pero en cambio salimos todos virólogos, incluso Tamaro”, escribió Burioni en un durísimo post en las redes sociales. Burioni recuerda que “nuestra medicina “maravillosamente avanzada” en “casi un año con los brazos cruzados” ha desarrollado una vacuna que ha salvado muchas decenas de millones de vidas, quizás incluida la suya, permitiéndole participar con vida en los Juegos Olímpicos de Bojate.“, comenta Burioni, que finalmente pregunta al Corriere della Sera “¿Por qué albergan semejantes tonterías que difunden mentiras que son peligrosas para la salud pública y socavan la confianza en la ciencia y la medicina con mentiras?”.

Continuar leyendo en MeteoWeb

NEXT Trani, madre de 41 años, tuvo Covid pero no fue tratada y murió. Dos médicos condenados a un año