Pietro Taricone es uno de los concursantes más queridos de la historia de Gran Hermano, pero pocos conocen a su hija: es muy reservada.
Gran Hermano acompaña a los espectadores italianos desde hace más de veinte años, presentando al público personajes de Nip que a veces pueden pasar a formar parte de la memoria colectiva de los espectadores. Especialmente las primeras ediciones sacaron a la luz a algunos competidores icónicos, como Pietro Taricone. El difunto competidor participó en la primera edición del GF en 2000 y posteriormente siguió una carrera como actor. Son varias las películas en las que Pietro Taricone participó a lo largo de su carrera.
Entre estas también encontramos Police District y La Mano de Dios, que se encuentran entre sus experiencias más prestigiosas. Antes de su muerte, debido a su gran pasión por el paracaidismo, Taricone estuvo vinculado sentimentalmente con Kasia Smutniak. También nació del amor entre los dos. una hermosa hija, llamada Sophie. La niña, en comparación con sus compañeros, es muy reservada y, sin embargo, recientemente acompañó a su madre en la alfombra roja del David di Donatello. Precisamente en esta ocasión la niña presumió un conmovedor tatuaje para su padre.
Pietro Taricone, su hija muestra un emotivo homenaje
La presencia de Sophie Taricone en el David di Donatello despertó emoción en todos los presentes. La ausencia física de su padre Pietro fue mitigada por la presencia tangible del recuerdo, representado de la manera más conmovedora posible, ¿Cómo puede ser un tatuaje?. De hecho, para honrar permanentemente la memoria de su padre, su hija Sophie lleva en su piel un signo imborrable del vínculo que los une.
Sophie decidió recordar a su padre con un gesto profundo y significativo. El tatuaje, ubicado en el centro del pecho, representa un vínculo que va más allá del tiempo y el espacio, demostrando cómo su amor por su padre no tiene límites.
Aunque Sophie suele ser reservada y discreta, su presencia junto a Kasia Smutniak hizo brillar el recuerdo de Pietro Taricone.
El parecido entre padre e hija es desarmante, especialmente en los ojos. A pesar de la corta edad de Sophie en el momento de la desaparición de Pietro, la niña siempre quiere recordar a su padre. La prueba de esto es precisamente el tatuaje que muestra el año de nacimiento del padre (1973). El detalle no pasó desapercibido ante los ojos del público, quien decidió celebrar el homenaje de la pequeña Sophie.