Usigrai, la organización sindical de izquierda más poderosa que agrupa a 1.700 periodistas del Rai, corre el riesgo de acabar ante los tribunales acusada de haber contratado a trabajadores ilegales. Una paradoja también porque la presunta víctima, un colaborador “ilegal”, sin contrato y sin cotizaciones a las instituciones de seguridad social, tuvo durante mucho tiempo la tarea de seguir los conflictos laborales y defender a colegas y periodistas explotados. Un gran problema para Usigrai, que actualmente libra una guerra contra el gobierno Meloni, proclamando una huelga general para el próximo 6 de mayo contra la injerencia del centro derecha en la información de la función pública italiana. Pero no es la única sombra que afecta a las siglas del sindicato con simpatías por el Pd. Está la cuestión de la transparencia en el uso de los fondos que ingresan a las arcas del sindicato gracias a las cuotas de afiliación. Los estados financieros de Usigrai no son visibles para todos y no se publican en el sitio. Sin embargo, el dinero gestionado ronda el medio millón de euros cada año. La tasa de inscripción varía desde 300 euros al año (redactor básico) hasta 500 para redactores jefe. ¿Cómo se gasta ese dinero? El secretario nacional Daniele Macheda, entrevistado por el Giornale, se defiende: «Los informes están a disposición de los socios que pueden consultarlos, están sujetos a la aprobación del Ejecutivo y se exponen en un informe que se ilustra durante cada congreso a todos los delegados. . Los últimos informes, por nuestra elección, están siendo evaluados actualmente por el poder judicial en el marco de investigaciones preliminares activadas a petición nuestra con dos denuncias”.
Pero hay otra historia que Il Giornale logra reconstruir, revelando el doble rasero del sindicato rojo. Angelo Giacobelli, ex periodista de la Rai, fue durante mucho tiempo colaborador administrativo (también jefe de gabinete) de Usigrai. Desempeñó diversas tareas, principalmente ocupándose de conflictos laborales y de asistencia a compañeros víctimas de explotación o trabajo ilegal. «Giacobelli – como confirmó su abogado Michele Licata – realizó la actividad de colaboración en Usigrai sin tener un contrato regular y sin haber pagado nunca cotizaciones a la institución de seguridad social». El período negro caería en un lapso de tiempo de 5 años (durante la era Trapani). Ahora se vislumbra la perspectiva de un conflicto laboral contra el sindicato: «Estamos evaluando la opción de denunciar a Usigrai. Pero sólo cuando tengamos una idea clara de los demás acontecimientos”, explica al periódico el abogado Licata.
Sobre el caso, el secretario Usigrai Macheda levanta la mano: «Cuando llegue la denuncia de Giacobelli tomaremos nota».
¿De qué otros hechos habla el abogado Licata? Hay una tercera historia que involucra a los mismos protagonistas: Usigrai y Giacobelli. La famosa historia de los fondos desaparecidos. Giacobelli estaría siendo investigado por la Fiscalía de Roma, cuyo delito se desconoce actualmente, por la desaparición de 100 mil euros de las cuentas del sindicato. Una extraña historia que el abogado Licata intenta explicar: «No tenemos miedo de nada, hemos pedido repetidamente a la Fiscalía que sea escuchada porque estamos convencidos de que podemos dar todas las explicaciones del caso». Todo parte de unos artículos filtrados a la prensa en noviembre de 2023. Al parecer, 100.000 euros desaparecieron de las arcas del sindicato. Reconstrucciones que el abogado de Giacobelli (el único sospechoso) rechaza: «Mi cliente nunca se ocupó del aspecto económico dentro del sindicato, no tuvo ningún contacto con el tesorero». La única certeza por el momento parece ser el caso del trabajador “ilegal”.
Justo en el sindicato rojo que lucha contra los abusos y la censura.
