La inflación se desacelera en febrero, pero no puede decirse lo mismo de los precios al consumidor.
Esto es lo que dice hoy, que en detalle te deja saber:
“Según las estimaciones preliminares publicadas por Istat, la ralentización de la inflación se confirma en el segundo mes del año, hasta el +9,2%, descenso derivado de la relajación de las tensiones en los precios de los bienes energéticos, tanto regulados como no regulados. .
Sin embargo, continuaron las presiones al alza de los precios en el sector de alimentos procesados y no procesados, tabaco y servicios, todos los cuales se están acelerando en forma tendencial. Como consecuencia de estas tendencias, se acentuó el crecimiento anual del componente subyacente (+6,4%) y del denominado ‘carrito de la compra’, que vuelve al +13,0%, tras la desaceleración observada en enero. .
La inflación se desacelera en febrero: datos de Istat
Según estimaciones preliminares del Istat, en febrero el índice nacional de precios al consumidor de toda la comunidad, brutos de tabaco, registró un aumento del 0,3% mensual y del 9,2% anual, desde el +10,0% del mes anterior.
La ralentización de la tasa de inflación se debe, en primer lugar, a la acentuación del descenso tendencial de los precios de los bienes energéticos regulados (del -12,0% al -16,7%) y a la desaceleración de los de los no regulados. energía (+59,3% a +40,8%), cuyos efectos fueron solo parcialmente compensados por la aceleración tanto de los precios de los alimentos procesados (de +14,9% a +16,2%) como de los alimentos no procesados (de +8,0% a +8,4%), los precios del tabaco (de cero a +1,8%), los precios de los servicios recreativos, culturales y de cuidado personal (de +5,5% a +6,1%) y los servicios relacionados con el transporte (de +5,9% a +6,3%).
La inflación subyacente, explica en detalle el instituto de estadística, neta de energía y alimentos frescos, se acelera del +6,0% del mes anterior al +6,4%, neta de bienes energéticos solos del +6,2% al +6,5%. Se frena el crecimiento interanual de los precios de los bienes (del +14,1% al +12,5%), mientras que por el contrario se acentúa el relativo a los servicios (del +4,2% al +4,4%), con lo que el diferencial de inflación entre los sectores de bienes y servicios a -8,1 puntos porcentuales, desde -9,9 en enero.
El incremento cíclico del índice general se debe principalmente a los precios de los alimentos no elaborados (+2,2%), tabaco (+1,9%), alimentos elaborados (+1,5%), bienes duraderos y no duraderos (+0,8% y +0,6%). % respectivamente), servicios relacionados con el transporte (+0,7%), servicios recreativos, culturales y de cuidado personal y servicios relacionados con la vivienda (+0,5% para ambos); en cambio, un efecto de contención se deriva de la caída de los precios de la energía, tanto regulada (-5,2%) como libre (-4,2%). Finalmente, Istat anuncia que la inflación adquirida para 2023 es igual a +5,5% para el índice general y +3,7% para el componente subyacente.
Según estimaciones preliminares, el índice armonizado de precios al consumidor Ipca aumentó un 0,2% mensual y un 9,9% anual (una desaceleración desde el +10,7% de enero).
“Los precios del carrito de compras siguen subiendo”
Por tanto, si por un lado la inflación se frena, por otro los precios siguen creciendo, pesando cada vez más en el bolsillo de los italianos, como denuncia Codacons: “La caída de la inflación en febrero es un hecho ilusorio debido únicamente a la rápida descenso de los bienes energéticos, mientras los precios del carrito de la compra y de los artículos de alta frecuencia de compra siguen subiendo, vaciando los bolsillos de las familias”.
Una inflación del 9,2%, calcula la asociación, equivale a un mayor desembolso de +2.691 euros anuales para la familia ‘típica’, gasto que asciende a +3.485 euros para un hogar con dos hijos. A pesar de la desaceleración de la tasa general registrada por Istat en los dos últimos meses, los precios de los productos más comprados por los ciudadanos se mantienen en niveles muy elevados, llegando incluso a subir la cesta de la compra hasta el +13,0% desde el +12,0% del mes anterior , mientras que los productos de compra de alta frecuencia pasaron de +8,9% a +9,0%.
“Es evidente que la caída de la inflación es una cifra completamente ilusoria, con la caída de las tarifas energéticas reguladas y no reguladas alterando la cifra general de Istat – afirma el presidente de Codacons, Carlo Rienzi – “Netos de bienes energéticos, todavía estamos en el presencia de una emergencia de precios que afecta a alimentos como el hogar y el transporte, vaciando cada vez más los bolsillos de las familias”.
La caída de la inflación no resuelve los problemas concretos de las familias italianas, como señala Massimiliano Dona, presidente de la Unión Nacional de Consumidores: “Bueno, la caída de la inflación continúa gracias sobre todo a la caída de los bienes energéticos y, en particular, mercado protegido de gas que se desploma un 42,9% desde febrero de 2022, mientras que en el mercado libre sube un 72,9% a pesar de haber empezado finalmente a caer respecto al mes anterior un 15,4% frente al -14,1% del mercado protegido. En todo caso, el Gobierno no sólo debe prorrogar la bajada de impuestos también en el próximo trimestre sino que también debe posponer el fin del período protegido, previsto para la luz de los condominios en menos de un mes, el 1 de abril de 2023”.
“Sin embargo, no debemos dejarnos engañar por la reducción de la inflación –continúa– que no resuelve los problemas de las familias. De hecho, una inflación más baja significa que los precios, a pesar de haber alcanzado niveles ya estelares, continúan aumentando, aunque menos que antes.
En resumen, el costo de vida está creciendo cada vez más, aunque a un ritmo más lento. Para una pareja con dos hijos, la inflación al 9,2% supone un aguijón de 2.854 euros anuales, de los cuales 1.038 sólo para comer y beber. Para una pareja con 1 hijo, el gasto adicional es igual a 2.632 euros, 937 por comida y bebida. De media para una familia, el incremento es de 2.218 euros, 761 para alimentación y bebidas no alcohólicas. El primado siempre es de las familias numerosas con más de 3 hijos con un golpe de 3.212 euros, 1.240 sólo para alimentarse”, concluye Doña.
“La emergencia aún no ha terminado”
Una auténtica emergencia “todavía no superada”, como apunta Assoutenti: “La caída de la inflación registrada en febrero se debe únicamente a la bajada de las tarifas de los energéticos regulados y no regulados. En el tema de los precios y la inflación – explica el presidente Furio Truzzi – aún es pronto para cantar victoria. La dinámica de las listas de precios aún muestra fuertes incrementos para bienes primarios como los alimentos, que en febrero se disparan al +13,5% interanual, con un aumento del +1,8% respecto al mes anterior. Una familia con dos hijos se encuentra así gastando +1.038 euros al año sólo en comida, +761 euros para la familia ‘típica’”.
“En el frente de los precios -concluye Truzzi- estamos todavía en plena emergencia, una erosión lenta y constante de los ingresos y del poder adquisitivo de los ciudadanos contra la cual el Gobierno debe intervenir fortaleciendo los poderes del Garante de Precios y la comisión de alerta rápida sobre precios, trabajar con las asociaciones de consumidores para estudiar las medidas estructurales a tomar para el control de las listas de precios al por menor y sobre todo para contrarrestar la especulación que aún hoy existe en nuestro país en el frente de los precios”.
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