Elly Schlein y Giuseppe Conte se reencuentran apasionadamente en el escenario antifascista de Florencia. Es el preludio de un regreso a coalición amarilla y roja?
La de Schlein y Conte juntos, uno al lado del otro, es una bella imagen que, sin embargo, podría seguir siéndolo. Ella, 37 años, un pasado como eurodiputada y un breve interludio como vicepresidenta de Emilia-Romaña y un presente como secretaria del Partido Demócrata. Él, 58 años, líder del M5S en el cargo y dos experiencias como primer ministro. Aparentemente muy cerca, en realidad muy distante. Por ahora, de hecho, tanto en el campo del M5S como en el del Partido Demócrata, prima la prudencia y la posibilidad del nacimiento de una alianza estructural parece aún lejana. “Antes de hablar de alianzas, hay que ver si las palabras de elly schlein también se harán realidad porque – explica un ilGiornale.it iel diputado pentastellato Marco Tucci- ya vimos la llegada de los nuevos secretarios del Partido Demócrata con la intención de cambiarlo todo y, luego, después de un año y medio, ya habían incumplido sus promesas”. El parlamentario grillino se pregunta: “Schlein, ¿qué le dirás al alcalde de Roma sobre el incinerador? ¿Le dirá que lo incinere o no?”. También victoria baldiño, líder adjunto del grupo del M5S en la Cámara, se muestra algo escéptico ya que no solo sobre el medio ambiente sino también sobre el salario mínimo y, sobre todo, sobre la posición a tomar respecto al apoyo militar a Ucrania hay varias diferencias entre demócratas y pentastellati. . “Es prematuro hablar tanto de alianzas estructurales como de liderazgo”, reitera Baldino quien, ante el riesgo de revisar al M5S en una posición subordinada respecto del Partido Demócrata, dice: “Yo creo que el Movimiento nunca va a recibir órdenes de nadie, de eso estoy seguro”.
Pd y M5S, de momento, según las encuestas, están en pie de igualdad y es difícil predecir, si la alianza se materializa, quién se beneficiaría más de ella y quién, por el contrario, caería en el consenso. “Tal vez sea ella quien resulte ser el “borrador” de la M5S y al final somos nosotros los que nos beneficiamos. Si miras los resultados electorales de los últimos diez años, siempre ha sido la Cinquestelle la que le robó votos al Partido Demócrata”, recuerda Tucci. No es irrelevante saber quién tendrá más votos porque este elemento también determinará quién será el que reparta ‘las cartas’ en la futura alianza. Un problema que, por ahora, no parece preocupar ni siquiera a los demócratas. “Como no veo las elecciones políticas a la vuelta de la esquina, no me planteo el problema ahora. Me interesa regenerar el Partido Demócrata y que el Partido Demócrata juegue un papel fundamental. Incluso cuando perdemos, hemos demostrado que no hay centroizquierda sin el Partido Demócrata”, dice Chiara Gribaudo, leal a Schlein. “El acercamiento en el que debe comprometerse el PD es el de su pueblo. Con esos siete millones de votantes que nos han dejado desde 2008. Con nuevos votantes que pueden mirar hacia el PD”, se hace eco del senador Walter Verini que, en todo caso, espera que las convergencias entre las fuerzas de la oposición surjan de inmediato en el Parlamento.