Difamación allá y aquí deatlántico. Proceso con puntos de venta interesantes a Nueva York. Red involucrada Fox News por Rupert Murdochacusado por empresa de dominio haber apoyado las falsedades deexpresidente de estados unidos donald trumpque las máquinas de votación de la empresa habían sido utilizadas para amañando la votación de 2020. la empresa pregunta $ 1.6 mil millones. Un tira y afloja técnico-jurídico porque el Corte Suprema en casos de difamación establece dos límites: demostrar que la cadena de televisión difundió información falsa y que lo hizo a sabiendas. El “tiburón” australiano.de 91 años, ya fue escuchado por los jueces pero solo ha admitido que los comentaristas de Fox “respaldaron” las tesis de la noticias falsas sobre las elecciones robadas de Trump y que él mismo dudaba de las acusaciones del expresidente. El debate procedimental también está sacando a la luz un problema complejo en Estados Unidos, sobre todo tras el crecimiento exponencial de los medios de difusión de las comunicaciones. La cuestión de la difamación también vuelve a ser de actualidad en Italia y no solo para la sentencia del Tribunal de Spoleto que castigó un engañoso pleito por calumnias y por amenaza del ministro guido crosetto demandar a los editores del periódico por difamación Mañana.
Desde hace años se denuncia el peligro para la libertad de prensa derivado de juicios infundados contra periodistas que publican investigaciones inconvenientes. En la pasada legislatura se había puesto en marcha el comité selecto de la Comisión de Justicia, inspirado en el senador Giacomo Caliendo de Forza Italia, un documento en el que hubo la convergencia de todas las fuerzas políticas. En abril de 2022, la Comisión Europea instó a todos los países a alinear las reglas para proteger a los reporteros contra demandas “manifiestamente infundadas” tanto en procesos civiles como penales. El tema ahora se vuelve a proponer mediante un proyecto de ley con la primera firma. el senador de los Hermanos de Italia Alberto Balboni, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales. La propuesta tiene en cuenta todos los medios (impresos, digitales, web, libros, radio, TV, Internet y publicaciones en línea)) y tiene como punto central la “no sanción del autor de la supuesta difamación si se publica una desmentida adecuada y puntual”.
La propuesta tiene el objetivo de “restablecer la disciplina de la difamación, en particular la difamación en la prensa, incorporando algunas pautas de la jurisprudencia europea y de la Tribunal Constitucional italiano”. Quien escribe ya no correrá el riesgo de prisión, pero se asegura una protección rápida para las personas que se sientan ofendidas por cualquier medio de difusión. El derecho a informar y el secreto profesional de los periodistas queda un punto central en la fuente de la noticia. Una ley, por tanto, que afecta también a otros sujetos y no sólo a los periodistas. “Si –observa el Senador Balboni– quien ha publicado una historia difamatoria a la reputación de otros se da cuenta de que ha cometido un error, es justo que tenga la oportunidad de enmendarse. Si los que se equivocan perseveran en sus errores, es justo que vayan a juicio”. Dado que la difamación es un delito de opinión, el autor debe ser castigado con una multa adecuada (muy superior a las anteriores). La propuesta prevé nuevos procedimientos sobre los plazos y mecanismos de rectificación del interesado, sanciones en caso de incumplimiento, procedimientos de conciliación. Ahora comenzarán las audiencias Federaciones de prensa Y del editores. Es competente el juez del lugar de residencia del ofendido.