Esa bauscia de Hakan Calhanoglu

Esa bauscia de Hakan Calhanoglu
Esa bauscia de Hakan Calhanoglu

Hay quienes molestaron a Calhanoglu por la reciente entrevista con Gazza. Sí, incluso varios hinchas del Inter. Dicen “Habla demasiado, tiene que parar ahí, mejor mirar los hechos”. Y es así, los hechos siempre tienen prioridad sobre las palabras, siempre. Pero a veces también necesitas eso, una pequeña charla.

En la semana de Beppone Marotta que hace el papel y golpea -como es debido- al entrenador y al equipo, en la semana de Javier Zanetti que a su vez convoca a todos los componentes porque “nunca es culpa o mérito de uno solo”, en la semana de Lautaro Martínez legítimamente cabreado pero también todo un capitán (“Doy lo mejor de mí por el pueblo nerazzurri”), en la semana del habitual y muy simpático “anti” bla, bla (“¡No tienes una lira! ¿Cómo se le ocurre construir un estadio nuevo?”), en la semana de Bastoni que -rumores descontrolados- “pide mucho dinero para renovar” y “el Inter es demasiado viejo, adónde piensan ir…” , en la semana que, sobre todo, se saldó con la séptima derrota, cero puntos en la clasificación y demasiado veneno en el ambiente (el Inter sigue siendo el equipo que, aparte del Nápoles, lo está haciendo “menos mal”. No es un consuelo, pero es la verdad), un hilo de interismo a la enésima potencia equivale a oxígeno puro.

Así que sí, es cierto, quizás Calhanoglu la disparó a lo grande, porque pensar en ganar la Champions implica ser exageradamente optimista, además de ponerse al nivel o “ligeramente por debajo” del sciur de Bruyne, pero también es cierto que sin un la justa y sana arrogancia no va a ninguna parte. Sobre todo, no puedes quedarte en un cierto nivel.

El Inter necesita a alguien que levante expectativas como el pan, alguien que realmente se sienta parte de la familia y no solo de paso, alguien que no solo busque un salario más alto sino que aspire a un mayor nivel de juego. De alguien como Hakan Calhanoglu, que probablemente no esté en el mismo planeta que los campeones, pero intenta volverse uno con esta camiseta, no con la de los saudíes o la rica Premier League. Y eso, la arrogancia, también es la clave para no tener miedo cuando tus oponentes son más fuertes y el partido no sale como imaginabas.

Así que sí, es verdad, Calhanoglu habla demasiado, pero mejor el que habla y saca resultados que los demasiados que callan y solo piensan en sus propios malos negocios.

Tener algo de bauscia como Hakan el turco.

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