El riesgo del suicidio (2022) de Maurizio Pompili

El riesgo del suicidio (2022) de Maurizio Pompili
El riesgo del suicidio (2022) de Maurizio Pompili

En las notas introductorias del volumen “El riesgo de suicidio” el autor aclara cómo el texto ofrece una visión completa de los problemas relacionados con los principales aspectos del riesgo de suicidio y su prevención, pero advierte acertadamente que no debe considerarse una especie de guía aplicable en todas las situaciones clínicas que implican suicidio.

El tema es demasiado delicado y la casuística inevitablemente demasiado variada para permitir simplificaciones. Más bien, pretende promover un debate multidisciplinario entre expertos, también con el apoyo de la documentación clínica, para evitar evaluaciones inapropiadas y reduccionistas. El libro, sin embargo, gracias a un adecuado estudio histórico y teórico, proporciona una brújula de orientación indispensable al clínico que debe enfrentarse a situaciones de tanta complejidad. También ofrece una descripción general de las técnicas básicas con las que realizar una entrevista o producir una evaluación más cuidadosa del riesgo de suicidio. Este es un tema que merece un gran estudio ya que la conducta suicida plantea diversos interrogantes al clínico, así como también es innegable que en ocasiones se produce una actitud evitativa ante ella, incluso por parte de los especialistas.

El autor del volumen es Maurizio Pompili, catedrático de psiquiatría de la Universidad Sapienza de Roma y director de psiquiatría de la UOC en la AOU Sant’Andrea de Roma. Ya ha publicado varios otros textos sobre el mismo tema y es considerado uno de los principales expertos italianos en este campo de investigación. De hecho, es miembro del Comité Ejecutivo de la IASP (Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio).

En cuanto a los hechos históricos, llama la atención saber que antes de 1630 no se utilizaba la palabra “suicidio” y el acto de quitarse la vida se equiparaba a un magnicidio. Hasta 1800, el infractor se definía como el autor de un delito contra sí mismo y sus bienes podían ser confiscados o sujetos a otro tipo de sanciones. La valoración, cada vez más compartida con el tiempo, de considerar “loco” este gesto sirvió también para mitigar los efectos sancionadores, con una mezcla de clemencia o severidad, que se alternaron en el tratamiento de los distintos casos. Esta actitud social explica que el psiquiatra se haya convertido en el especialista de referencia y se haya creado una asociación lógica entre suicidio y trastorno mental que, como muestran las últimas investigaciones estadísticas, es realmente pertinente, pero sólo en un relativo porcentaje de situaciones.

El primer capítulo resume los diferentes enfoques utilizados a lo largo de los siglos en un intento de dar sentido al suicidio. Partimos del enfoque filosófico y teológico, con el pensamiento de San Agustín; el enfoque literario, con descripciones propuestas por poetas y escritores; pasamos al enfoque demográfico, sociológico y sociocultural, para comprender la entidad del fenómeno en las diversas épocas y en los diferentes contextos, así como en sus posibles determinantes sociales, véase el aporte de Durkheim; el enfoque biológico para llegar al enfoque interpersonal y más propiamente psicológico. Freud desarrolló su propia hipótesis sobre el suicidio recién en los años 1915-17, partiendo de la suposición de que el sufrimiento ante la pérdida de un objeto amado o de una persona a la que uno estaba apegado puede resultar imposible de aceptar para el yo, para el punto que el individuo puede llegar a introyectar el objeto perdido. Posteriormente, para castigar al objeto perdido pero introyectado, la agresión puede dirigirse hacia sí mismo, hasta las consecuencias extremas.

Anuncio El planteamiento de Shneidman (1993), fundador de la suicidología, ha puesto finalmente en primer plano el dolor mental, sentando las bases para una conceptualización según la cual los sujetos no desean la muerte, sino que buscan alejarse de un dolor experimentado como insoportable y de una vida percibida como no digna de ser vivida. Con esta perspectiva, también se pone de relieve la investigación de que el individuo siempre realiza opciones potencialmente capaces de reducir el sufrimiento, ya que es precisamente su ausencia dramática la que hace que la opción trágica del suicidio asuma la solución. Desde el punto de vista del clínico, por tanto, se hace imprescindible subrayar la importancia de estas opciones alternativas, sin banalizar la extensión del dolor mental, pero invitando a la persona a una búsqueda más profunda de alternativas existenciales que puedan evitar el riesgo. de suicidio En esta investigación, siempre se debe tratar de movilizar los lazos de pertenencia y los recursos emocionales presentes en el entorno familiar. En otro artículo, Vannotti y Gennart (2022) también subrayan cómo el riesgo de suicidio está fuertemente relacionado con la reducción del sentido de pertenencia del individuo a su propio contexto relacional y confirman la oportunidad de involucrar a la familia en el proceso psicoterapéutico.

Además, se dedica un capítulo entero a la autopsia psicológica, es decir, el método, nacido en el campo médico-legal de los Estados Unidos, destinado a comprender la mente suicida, para esclarecer en casos de muertes ambiguas, si realmente se trató de un suicidio. Se trata de una serie de entrevistas a personas que tuvieron relaciones significativas con el difunto y el análisis de documentos relevantes para la evaluación psicológica. Shneidman advirtió contra el riesgo de confundir este procedimiento psicológico con una investigación que, por compleja que sea, se centra en un tipo de factor completamente diferente. Debe ser objetiva, al igual que la autopsia médica, y constituir una herramienta de apoyo al magistrado y no un aporte sesgado.

Recomendado por los editores

Bibliografía

  • Pompili M. (2022), “El riesgo de suicidio. Evaluación y gestión”, Raffaello Cortina Editore, Milán, pp.232;
  • Vannotti M., Gennart M. (2022), “Comportamiento suicida y voluntad. Un informe para apoyar a los que piensan en morir” en “Frattali”, año 3, n.5, pp. 34-61.

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