Una excursión por una zona preciosa pero también bastante peligrosa, la de las canteras de Molera, le salió cara a un joven de veintidós años que ayer por la tarde, poco después de las 13 horas, resbaló desde una altura de cinco metros. No era la primera vez que el niño iba a ese lugar a caminar, pero ayer el suelo mojado le jugó una mala pasada y mientras caminaba por un sendero perdió el equilibrio y resbaló, cayendo al vacío. Un vuelo de apenas cinco metros que sin embargo le costó la fractura de la pelvis.
Dolorido y sin poder volver a ponerse en pie, el chico logró sacar el móvil que llevaba en uno de sus bolsillos, y que por suerte no se rompió a pesar del vuelo, alertando a los servicios de rescate. Los bomberos de Varese fueron los primeros en llegar al lugar y lo recuperaron gracias a la ayuda de los especialistas de la Unidad de Espeleología Fluvial Alpina. De hecho, el joven de 22 años había acabado en la zona de las cuevas cercanas al cauce del arroyo Lanza, después de haber enganchado a los socorristas, lo izaron con la camilla en la parte de la roca y luego lo encomendaron al atendió a los 118 hombres que lo trasladaron al hospital del club Varese.
En los últimos días se han registrado numerosos accidentes en caminos de montaña, en parques y en zonas inaccesibles de Lombardía, el más grave de los cuales costó la vida a dos montañeros de Bérgamo el sábado en la Grigna del Norte en la provincia de Lecco. En la mayoría de los casos las caídas se produjeron por el empeoramiento de las condiciones meteorológicas, el desconocimiento de los lugares y el equipamiento inadecuado, por lo que Salvamento Alpino ha emitido una nota invitando a todos los senderistas a estar muy atentos durante sus paseos.
Roberto Canales